Por primera vez después de casi un año, este sábado ya se puede salir de casa sin llevar mascarilla, que era obligatoria al aire libre desde el 9 de julio del año pasado.
De todos modos, habrá que llevar su siempre alguna encima, en el bolsillo o en el bolso, porque es obligatoria cuando la aglomeración de gente haga imposible mantener la distancia de seguridad de un metro y medio.
Y porque sigue siendo obligatoria en todos los espacios cerrados, interiores y al transporte público.
¿Dónde nos podemos sacar la mascarilla?
La población en general puede ir sin mascarilla al aire libre, siempre que se puedan mantener 1,5 metros de distancia con el resto de personas no convivientes.
También en actos multitudinarios al aire libre en el que el público esté sentado en asientos separados 1,5 metros de distancia.
En la cubierta u otros espacios al aire libre de los barcos de pasajeros, siempre que se pueda mantener esta misma distancia de seguridad.
En los tres casos, con respecto a la distancia de seguridad está la excepción de las personas que son grupo de convivencia.
Además, quedan exentos de llevar mascarilla los residentes de equipamientos como centros de mayores o de discapacitados, si el 80% de los usuarios ya han recibido la pauta completa de vacunación.
Igualmente, los trabajadores esenciales que trabajan en un entorno en el que el 80% de los compañeros de trabajo ya han recibido la pauta completa.
Por otra parte, continúan exentas de ponerse la mascarilla las criaturas de menos de 6 años y las personas que lo tienen desaconsejado por razones de salud.
¿Dónde sigue siendo obligatoria la mascarilla?
En todos los lugares donde lo era hasta ahora, salvo las excepciones ya señaladas, que son las que recoge el decreto ley con fecha 24 de junio publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este viernes.
Por lo tanto, hay que seguir llevando mascarilla en la calle cuando sea imposible mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros.
Y sigue siendo obligatoria en los espacios cerrados, tanto los públicos (bibliotecas, oficinas de atención ciudadana…) como los privados abiertos al público (comercios, bancos, farmacias…).
También en el transporte público, incluidas los andenes y los vestíbulos de las estaciones.
Y en el transporte aéreo y marítimo, con la excepción mencionada de los barcos de pasajeros.
Miedo a quitarse la mascarilla
El fin de la obligatoriedad de la mascarilla, muy esperada y celebrada por una parte de la ciudadanía, genera temor entre un número considerable de personas.
Así lo indica un estudio realizado por Appinio, una empresa alemana de estudios de mercado, según el cual el 76% de los españoles piensa que el fin de la mascarilla obligatoria hará aumentar los contagios de Covid-19.
Hasta el punto de que el 29% de las personas encuestadas dicen que continuarán llevando la mascarilla siempre.
Sin embargo, el 62% aprueba la medida que entra en vigor este sábado, un porcentaje que sube hasta el 71% entre la población más joven, de entre 16 y 24 años.
En cambio, el 75% de los encuestados se han mostrado en contra de retirar la mascarilla de los espacios interiores.