La situación obliga a medidas directas. El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, ha denunciado en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que «la represión» de España al independentismo «no ha terminado».
«He pasado casi cuatro años en prisión», se quejó este jueves en una intervención telemática. Es la primera vez que Cuixart habla en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y lo ha aprovechado para alertar del «centenar» de ciudadanos que tienen causas abiertas «para participar en protestas pacíficas» vinculadas al referéndum.
Por ello, el presidente de Òmnium ha exigido al relator especial sobre el Derecho de Reunión Pacífica de la ONU, Clement Voulé, que presione al Estado para hacer «iniciar un proceso legal de amnistía» para todos los encausados por el 1-O.
«Le pido que haga cumplir en España sus compromisos internacionales», ha reclamado a Voulé, que comparecía este jueves en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para presentar su informe anual sobre el derecho de protesta pacífica en el mundo, donde recoge las quejas por «el uso excesivo de la fuerza policial» en España.
Sin embargo, no menciona el caso de Cuixart o de los otros líderes independentistas indultados. Cuixart ha avisado al relator que «si se permite la represión política en un estado democrático como el español» los países autoritarios se sentirán «legitimados en sus prácticas antidemocráticas».
«Nosotros, la sociedad civil, no dejaremos de protestar nunca. Defender los derechos humanos en Barcelona también es hacerlo en Hong Kong, Bogotá o el Cairo, es por eso que lo volveremos a hacer», concluyó.