La sala de fiestas Miracle, de Mataró, ha puesto en marcha una iniciativa que debería servir de ejemplo para el ámbito del ocio: garantizar que sus clientes dan negativo antes de disfrutar de sus instalaciones.
Para ello, ha comprado 2.000 test de antígenos y ha contratado a tres enfermeras mediante el Hospital de Mataró para realizar las pruebas a todos su clientes antes de acceder al local.
Sergi Ventura, director de la sala, ha explicado que cada asistente deberá pagar 20 euros por una entrada que incluye el test de antígenos, y una consumición. Esto no significa que el test lo pague totalmente el cliente, sino que la sala también aporta parte de los costes, además de los salarios de las enfermeras que los llevarán a cabo.
La apertura de la sala será hoy y desde su dirección tienen un firme compromiso con mantener las normas sanitarias, ante el riesgo que supone perder el control por parte de sus clientes y poder generar un brote, algo que se quiere evitar por todos los medios posibles.
Se trata de una medida muy positiva que pone en valor la responsabilidad, tanto del negocio como de los clientes, que podrán sentirse más seguros.
Es una forma de poder abrir los negocios, dejar de perder ingresos, y no tener que cerrar.