Oriol Junqueras y Carles Puigdemont se encontraron ayer por la tarde después de más de tres años sin verse físicamente. El líder de Esquerra y el de Junts por Catalunya rompen el hielo entre uno y otro en una reunión en la Casa de la República, en Waterloo.
Junqueras había llegado a la residencia belga de Puigdemont acompañado de Carmen Forcadell, Raül Romeva y Dolors Bassa. Todos ellos, con Toni Comin y Valtònyc han hecho una fotografía en la puerta de la casa.
Tras la foto de familia han entrado dentro y los hemos podido ver hablando distendidamente en el primer encuentro de todos ellos desde el otoño de 2017. Puigdemont les ha enseñado un vinilo de Joan Baez que tiene en el comedor y que le firmó en uno de los conciertos que hizo en Bélgica hace unos meses. Forcadell le ha recordado que Baez se significó en la causa independentista y que la fue a ver a la cárcel.
A continuación se reunieron para comer, en una comida, del que Carles Puigdemont ha cocinado los postres. El encuentro ha durado más de dos horas. Hacia las cuatro y media, Junqueras ha salido de la Casa de la República para atender a los medios y explicar las sensaciones de este primer encuentro.
El líder de Esquerra celebra haberse reencontrado con Puigdemont y asegura que volverán a reunirse más veces para hablar del camino hacia la independencia. También ha dicho que no ha habido ningún reproche entre ellos después de estos 3 años y 9 meses sin verse físicamente. Ha sido un encuentro con poco contenido político, muy personal para romper el hielo, pero Junqueras asegura que habrá más.
«Hemos tenido un encuentro de carácter personal para hablar de nosotros, de las familias y de la represión. Ha sido un encuentro muy agradable y con un compromiso muy explícito de irnos encontrando», comentaba Oriol Junqueras presidente de ERC a los medios.