El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha alertado este martes de que «el 72%» de las 122 personas que actualmente se encuentran ingresadas en unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de hospitales de Andalucía con Covid-19 son «negacionistas», es decir, «gente que no se ha querido poner la vacuna», de «entre 50 y 60 años» de edad.
Debemos recordarlo y marcarlo con fuego: las vacunas contra la Covid-19 no impiden que te contagies; tampoco que puedas contraer un cuadro clínico grave de esta enfermedad, pero sí te otorga más capacidad de lucha contra una patología que ya se ha llevado por delante la vida de millones de personas en todo el mundo. Teniendo en cuenta esto, hay que ser sinceros: el negacionismo es muy peligroso, y Marín, lo ha dejado claro en su última intervención.
Estos pacientes que están ingresadas actualmente en las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales andaluces, según el político a Europa Press, son «negacionistas», es decir, «personas que no se han querido poner la vacuna. Es un número muy elevado que refleja la necesidad de una inmunización casi completa de la población: el virus sigue circulando y hay que acotarlo cuanto antes.
El portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha dado otro detalle muy interesante: de las 102 personas que han ingresado este fin de semana en la comunidad, 64 no han sido vacunadas por la Covid-19. Además, la edad media de los ingresos es cada vez menor: el 40% de los ingresos de viernes a domingo han sido menores de 40 años, y el 85% de ellos no tienen la vacuna todavía. Para el Gobierno andaluz, esto no es más que una muestra de que la vacuna funciona.
