Los mossos que acompañaron a Carles Puigdemont cuando salió de España y se instaló en Bélgica han sufrido un duro proceso judicial que hoy ha terminado en lo que expertos juristas como Jaume Alonso Cuevillas habían vaticinado: la absolución.
Precisamente ha sido un proceso que ha investigado a Matamala, a Alay y a dos mossos por supuesto encubrimiento, entre otros delitos que finalmente ha quedado en nada, al confirmarse hoy la absolución de Xavier y Carles.
En este caso concreto que hoy se conoce, el juez de la Audiencia Nacional ha considerado que los hechos investigados no son constitutivos de delito alguno. Los dos mossos acompañaban al President en el exilio para ayudarle a establecerse en Bélgica en su día a día, ofreciéndole su pericia profesional ya que su vida y su seguridad personal estaba en riesgo. Pero siempre lo hicieron dedicando sus días libres, sus vacaciones, sin incumplir en ningún caso con sus obligaciones ni con la normativa que les es aplicable.
Estaban junto al President en el momento en que fue detenido al activarse la euroorden, a su paso por Alemania. Sin embargo, allí no disponen los mossos de competencia para hacer cumplir la ley ni tenían por lo tanto capacidad de actuar, como en algún caso se ha querido dar a entender.
Tanto sus estancias, como sus desplazamientos fueron cubiertos de manera personal. En ningún caso se destinaron fondos públicos para ello. Y la decisión de acompañar al President era única y exclusivamente de carácter privado, no comprometiendo en ningún caso a ninguna institución en ello.
Está aún por ver si se plantearán recursos por parte de la Fiscalía a esta sentencia, aunque en el último día de la vista del juicio el Ministerio Público rebajó considerablemente su petición de penas para ellos.