El Ayuntamiento de Barcelona ha colocado este viernes en un lateral de la sala de plenos un retrato de Felipe VI, después de que la sentencia del Tribunal Supremo obligara al consistorio a colocar un retrato del Rey, en una sesión que la alcaldesa Ada Colau preside llevando una mascarilla con la bandera republicana.
Colau dejó en manos de los servicios jurídicos la aplicación de la sentencia y, finalmente, este viernes se ha colocado la foto del monarca: «Estamos orgullosos de que retiráramos el busto del rey emérito porque es un corrupto confeso fugado a una dictadura árabe. Su imagen no va a volver nunca más a este pleno».
Ha asegurado que no lleva la bandera republicana en su mascarilla por la cuestión del retrato del Rey, sino por las palabras del ministro durante la Transición Ignacio Camuñas (UCD) negando el golpe de Estado de 1936 y responsabilizando de la Guerra Civil al Gobierno republicano, y ha pedido que los líderes políticos «marquen líneas rojas y no permitan banalizar el fascismo».
Hay que recordar que la alcaldesa Ada Colau mando retirar en 2015 el retrato de Juan Carlos I y puso un busto del mismo en sustitución «en un lugar preferente». Hasta que el Tribunal Supremo en sentencia obligaba después a tener una imagen de Felipe VI en la sala de plenos del Ayuntamiento de Barcelona.