Un enfermero de los Países Catalanes ha creado una mascarilla que permite comer y beber sin necesidad de quitársela. La idea ya ha sido patentada, y se trata de un objeto de un solo uso que se parece a las mascarillas FFP2 que también incluye los cubiertos.
Bernardo Fernández, ha ingeniado a nivel nacional la mascarilla que espera sea revolucionaria con la que se podrá beber y comer. Por lo que espera contribuir a paliar el problema que la crisis sanitaria está generando la pandemia del Covid-19.
Con ella se crea una cámara entre la boca y la mascarilla, y el espacio interior queda cerrado por un compartimento de plástico, que tiene dos aberturas, anterior y posterior, que contienen una compuerta que alternativamente se abre o se cierra de manera manual. Se puede ver el funcionamiento del útil en el vídeo.
Aunque de entrada parece aparatoso, este tipo de mascarillas favorecerían sectores afectados por la pandemia como la restauración. Por ahora, el invento ya ha superado todos los trámites del Estado para patentarlo, pero su inventor busca que la patente se internacionalice porque cree que puede ser una solución para un problema global.