La situación en Afganistán ha estallado y cientos de miles de personas intentan abandonar el país por temor a que la llegada de los talibanes acabe con sus vidas.
La amenaza es real: especialmente para mujeres y niños que son los principales objetivos de la ayuda internacional que comienza a activarse, tarde.
Baleares ha sido, junto a Cataluña una de las primeras regiones donde se han ofrecido para albergar asilo a todas las personas que lo soliciten. Además, se ha urgido al gobierno central para que ponga en marcha actuaciones a nivel europeo que precisamente van en línea con los criterios de humanidad y solidaridad. Algo que no ha sido la línea elegida por Macron, quien en su discurso de ayer, alertó a la población francesa del riesgo ante la llegada de inmigración ilegal.
Castilla La Mancha, Navarra, La Rioja o Euskadi han activado ya sus mecanismos en materia de cooperación internacional para prestar toda la ayuda que en base a sus posibilidades, puedan dar.
En Murcia se facilita información on line para todas aquellas personas que se encuentren en Afganistán y necesiten preparar su regreso.
Un efecto en cascada donde han ido sumándose las voces gubernamentales regionales y de capitales como Barcelona O Madrid para responder a una situación de extrema gravedad y urgencia.