Son cientos de miles de familias en España las que desconocen dónde se hallan los restos de sus familiares, antepasados, que fueron enterrados en cunetas, en parajes desconocidos, durante la Guerra posterior al golpe de Estado de los nacionalistas españoles.
El trabajo para encontrar las fosas, recuperar los restos, e identificarlos está siendo muy laborioso, además de no contar hasta ahora con las «facilidades» necesarias para semejante empresa.
Para poder poner en marcha iniciativas que consigan reabrir las fosas, han hecho falta muchos años de denuncia, de esfuerzos, de constancia por parte de las familias, que se han tenido que asociar para poder unir fuerzas ante semejante batalla.
La Asociación de Familiares de Víctimas del Frente de Levante llevan años buscando a sus antepasados. Uno de ellos, José María González Martínez fue soldado de la 70 brigada mixta del ejército republicano. Hoy, sus nietos creen haber encontrado sus restos gracias a la labor realizada por ArqueoAntro.
La familia contaba con una pista: un soldado le dijo a la mujer de José María que había muerto en Vilafranca, en Castellón, en el mes de mayo de 1938. Era la única información de la que disponían. Y la ausencia de quien nunca se supo más, tal y como explica Violeta Tena para El Temps.
Fue precisamente un sacerdote quien se habría encargado de dar sepultura a estos soldados republicanos, marcando con unas piedras el lugar donde se encontraban enterrados.
Pendientes de conocer los resultados del análisis de ADN que se está practicando a los restos óseos hallados, la familia está prácticamente convencida de que, por fin, han encontrado a José María.
Desde la Federación de Municipios se ha puesto en marcha una partida presupuestaria, dentro de la aplicación de la ley de Memoria Democrática recién aprobada, para que los ayuntamientos puedan solicitar partidas económicas para llevar a cabo este tipo de búsqueda, así como para investigaciones que sirvan para conocer lo sucedido en este lamentable periodo de la historia de España.