Para el escritor ganador de un Nobel y periodista colombiano, Gabriel García Márquez, ‘Gabo’, el «Periodismo, es el mejor oficio del Mundo», aunque sea como combates de boxeo… y más tras un parón de desconexión para cargar pilas…
Se acabaron los días de descanso, la desconexión laboral o las vacaciones, como se prefiera llamar. La idea de volver a la rutina, por muy interesante que sea tu trabajo, a la falta de tiempo libre y de ocio puede agobiar a muchos, y siempre cuesta.
Se calcula que el estrés posvacacional afecta al 40% de las personas y mucho más a las que están insatisfechas con la vida que llevan. Porque la vuelta de las vacaciones es la vuelta a la realidad, a la dura realidad.
El estrés posvacacional es un estado psicológico transitorio que suele durar entre 3 y 10 días, justo el tiempo que el organismo necesita para adaptarse a las nuevas condiciones. Ahí van algunos consejos, que a buen seguro ya hemos oído antes.
Conectar unos días antes
Una opción interesante, según señalan diferentes especialistas del psicoanálisis, es volver a conectar paulatinamente durante los últimos días de la desconexión. Avanzar y planificar un poco la vuelta a la rutina hace más fácil eliminar la incertidumbre y tener una sensación de control que permitirá llevar mejor el día a día.
Ir poco a poco
Pasar de cero a cien no es bueno para nada ni para nadie. Vayamos poco a poco: cuando se empieza, hay que superar los tres primeros días que son algo pesados y poco productivos. En este caso, se propone funcionar sin caer en pensar que tenemos que empezar a trabajar y que todo se nos haga una montaña.
Organizarse
Tras el parón hay que organizarse, aunque eso sí, hay que rozar límites enfermizos, es importante que nuestra agenda contenga las obligaciones principales de la semana. Planificar la vida profesional hará que puedas planificar también la personal.
Intentar ponerte límites fuera de tu jornada laboral
Esto quiere decir que dediques el menor tiempo posible a tu trabajo fuera de él. En ocasiones es inevitable atender un mensaje o una llamada en horario no laboral, pero sí está en nuestra mano que esto sea algo puntual y marcar de manera especifica estas consultas.
Realizar actividades que te gusten o deporte
Es muy beneficioso para la salud mental realizar deporte u otras actividades que nos gusten. Por ejemplo, salir a correr antes de trabajar nos obligará a madrugar y empezar a entrar en la rutina. Igualmente, ir al cine o a cenar después de la jornada nos permitirá desconectar del día y comenzar el siguiente con más fuerza.
Oídos sordos a los comentarios negativos
Evidentemente, existen las críticas constructivas por parte de los compañeros y los comentarios que nos llegan en ocasiones para mejorar y que, obviamente, hay que escuchar. Pero hay que saber diferenciar entre estas palabras y las que, bien compañeros, bien superiores o, incluso, nosotros mismos a veces nos hacemos y que no aportan nada al ejercicio profesional.
Acude a un profesional
Por último y si crees que lo necesitas, no está de más acudir a un profesional para que te ayude a superar el estrés. Igualmente, y aunque consideres que no te hace falta, este te puede facilitar herramientas emocionales para llevar mejor tu día a día.