El Gobierno de China acaba de anunciar que a partir de este curso escolar dejarán de hacerse exámenes a los alumnos de 6 y 7 años. De esta manera se busca eliminar presión sobre los padres, madres y tutores de los pequeños que, debido al competitivo sistema chino, se sentían presionados en exceso.
Lo más preocupante no era la presión de las familias sino de los propios pequeños, que estaban empezando a desarrollar problemas mentales e incluso físicos debido al alto nivel de exigencia existente.
Las nuevas medidas han sido anunciadas por el Gobierno mediante un comunicado, donde detallan el número de pruebas que deberán realizar los centros, puesto que en algunos se habían introducido excesivas pruebas.
No es la única prohibición que afecta a los alumnos de estas edades, puesto que recientemente se estableció también la eliminación tareas para casa (deberes).
China aborda así medidas para tratar de corregir los problemas de un sistema educativo en exceso competitivo, y trata de paliar las grandes desigualdades provenientes del mismo, que posteriormente se reflejan en la sociedad, sobre todo a nivel de acceso a servicios, o a bienes de primera necesidad como la vivienda.
Limitación de uso de videojuegos
Además se ha anunciado la limitación por ley para el tiempo que los menores dedican a los videojuegos. Una medida que ya se había tomado anteriormente, y que ahora se endurece ante el peligro que se observa en la adición de los jóvenes a este tipo de juegos.
Un país en el que no se permitió la importación de videoconsolas hasta el año 2014, por temor a que pudiera perjudicar a la salud mental y física de los jóvenes. Ahora tendrán un tiempo limitado a la semana de tres horas, dentro de una franja horaria que va de ocho de la mañana a 10 de la noche.