El fuego nunca ha provocado, antes o después del 11 de septiembre, el colapso total de un edificio con estructura de acero, insiste un grupo de científicos en un artículo publicado en la revista Europhysics News, de la Sociedad Física Europea. «¿Fuimos testigos de un acontecimiento sin precedentes en tres ocasiones [las dos Torres Gemelas del World Trade Center, de 110 pisos cada una, y el Edificio 7 del mismo complejo, de 47 pisos, que también cayó ese día, aunque no fue alcanzado por ningún avión] el 11 de septiembre de 2001?», se preguntan los autores.
Los informes del National Institute of Standards and Technology estadounidense (NIST), «que intentaron apoyar esta conclusión poco probable, no convencen a un número creciente de arquitectos, ingenieros y científicos. En cambio, la evidencia apunta abrumadoramente a la conclusión de que los tres edificios fueron destruidos por demolición controlada». Teniendo en cuenta las implicaciones de esta conclusión, señalan, «es moralmente imperativo que esta hipótesis sea objeto de una investigación verdaderamente científica e imparcial por las autoridades responsables».
Los investigadores son el físico Steven Jones, ex profesor de la Universidad Brigham Young (Utah, EE.UU.), experto en energía, y que ha publicado artículos sobre la presencia de material pirotécnico en el polvo de las Torres; Robert Korol, profesor emérito de ingeniería civil en la Universidad McMaster (Canadá), y experto en estructuras mecánicas y estructuras de acero; Anthony Szamboti, ingeniero de diseño mecánico, con 25 años de experiencia en diseño de estructuras para la industria aeroespacial y la de comunicaciones, y que también ha publicado varios artículos críticos con la versión oficial de la caída de las Torres; y Ted Walter, director de estrategia y desarrollo de Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 11-S, una ONG que representa a 2.500 arquitectos e ingenieros.
Versiones
El NIST realizó una investigación de seis años (2002-2008), que concluyó que fueron los incendios los que provocaron la caída de los tres edificios. Sin embargo, según el artículo publicado ahora, los fuegos no son capaces de generar tanta energía para provocar el colapso; los rascacielos tienen sistemas de agua para apagar los incendios, que evitan que el acero se caliente hasta llegar a un nivel crítico; los componentes de la estructura tienen protección antiincendios; y además las estructuras de los rascacielos son muy redundantes, de modo que la caída de una parte no provoque una caída completa.
El artículo critica la investigación del NIST, que «tenía la conclusión predeterminada de que fue el fuego el causante de los derrumbes». En cambio, sostienen que la demolición controlada es la única explicación plausible.
Los editores de la revista matizan en una nota que este artículo «es algo diferente de los artículos habituales, puramente científicos, porque contiene cierta especulación». Sin embargo, «dada la fecha y la importancia de la cuestión», consideran que es «suficientemente técnico e interesante para ser publicado. Obviamente», afirman, «el contenido de este artículo es responsabilidad de los autores».
Demanda contra el NIST
Cinco años después de la publicación de este artículo, en septiembre de 2021, familiares de víctimas del 11S han presentado una demanda contra el NIST para conseguir que las instituciones judiciales le obliguen a realizar nuevos análisis y desarrollar una nueva «secuencia de colapso probable» que sea físicamente posible y consistente con la evidencia disponible.
Los demandantes argumentan que el único escenario del colapso del Edificio 7 es una demolición controlada, informa Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 11-S.
«Presentamos cientos de páginas de documentos que muestran que su historia sobre cómo se derrumbó el Edificio 7 es totalmente falsa», dijo Bob McIlvaine, cuyo hijo Bobby murió en el World Trade Center. Y añade: «El NIST no dio ninguna respuesta significativa porque su informe es falso y ellos lo saben».
El principal argumento de los cargos presentados en la demanda es la omisión admitida por el NIST de una característica estructural clave de su modelo informático, junto con la explicación “irracional” de haberla omitido en su informe.
Nuevos análisis
Los demandantes argumentan que incluir esa característica estructural evitaría que se produzca el fallo inicial en el escenario de colapso planteado por el NIST. Le han pedido al NIST que vuelva a ejecutar su análisis con la característica estructural agregada, pero el NIST se ha negado a hacerlo.
Los demandantes también denuncian la negativa del NIST a estudiar una pieza de acero fundido recuperada del Edificio 7 y a la negativa de la agencia a entrevistar a testigos que informaron sobre explosiones.
Estos incluyeron a Gigi Stone Woods, una reportera de NY1 cuyo relato grabado en video de una “explosión increíblemente fuerte” salió a la luz el año pasado y quien en enero confirmó su historia a Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 11-S.