Pedro Sánchez ha comparecido tras la reunión con Aragonés y ha dado un mensaje triunfalista, que a su entender muestra una diferencia «en el silencio de las administraciones», en referencia al Gobierno de Rajoy.
Sánchez ha comparecido en primer lugar y ha agradecido a Aragonés «la celebración de la reunión». Ha destacado «la voluntad de encontrar una solución dialogada y acordadas», pero con «posiciones muy alejadas» como punto de partida. El presidente español no ha querido poner plazos a la resolución del conflicto, precisamente antes de la aprobación del Presupuesto General del Estado y ha dicho que «no han hablado».
El presidente del gobierno español ha usado la pandemia, para afirmar que los ciudadanos han puesto un nuevo orden de prioridades, y dijo que los representantes políticos también deben hacerlo. De este modo, ha querido crear tensión al ejecutivo catalán, dividiendo los dos partidos que los componen.
Sánchez ha tachado de «década perdida» los últimos años en Catalunya, atacando al independentismo, vale decir, sin embargo, que lo ha hecho con «un profundo respeto». El presidente del Ejecutivo español ha afirmado que «vivimos juntos y tenemos que decidir juntos», en unas declaraciones que se oponen al derecho a la autodeterminación.
