El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena insiste con animadversión ojeriza y ha vuelto a reclamar al Tribunal de Sassari la entrega del presidente Carles Puigdemont. Todo justo cuando el Consejo de Europa reclama a España cambiar el sistema «politizado» de elección del CGPJ.
Llarena lo ha hecho este jueves con un segundo escrito que ha enviado a la justicia italiana en el que insiste en que la euroorden está plenamente activa y debe ser ejecutada, salvo en el caso de que Puigdemont pueda recuperar la inmunidad como europarlamentario.
Encima acusa la Abogacía de crear «confusión»
Además, el juez carga dura y explícitamente contra la abogacía del Estado, dependiente del Ministerio de Justicia, a la que acusa de haber creado confusión para afirmar que las euroórdenes estaban suspendidas cuando esta decisión, asegura, sólo la puede tomar el juez instructor. Algo que en un Gobierno democrático decente debería aclarar, en este caso el socialista, porque a muchos les huele a rebeldía al mismísimo Estado la postura de este juez.
«Esta situación no sería desconocida para la Abogacía del Estado, porque es parte en el procedimiento penal que se sigue ante el Tribunal Supremo de España. Como ya he dicho, nunca se le ha notificado al Abogacía Estado una posible decisión de suspender las euroórdenes, como tampoco la Abogacía del Estado ha promovido que esta decisión se produzca.»
Llarena atribuye a la Abogacía del Estado «la incorrección» de la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la vigencia de la euroorden, y reclama a Italia que «colabore en la búsqueda» de Puigdemont.
Este es el escrito que Pablo Llarena ha enviado a Cerdeña:
Segundo envío
Llarena ya envió hace una semana la euroorden contra Puigdemont al tribunal de Sassari, acompañada de la cuestión prejudicial planteada al Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea.
En este escrito el juez del Tribunal Supremo consideró que este documento «no modifica la situación en que se encuentra actualmente el procedimiento.»
Detenido hace una semana
El presidente en el exilio Carles Puigdemont fue detenido en Cerdeña por la policía italiana hace una semana justa cuando llegaba al aeropuerto de el Algher para participar en el Encuentro de Adifolk.
En la detención siguió mucha confusión sobre quién la había ordenada y sobre si la famosa euroorden estaba en vigor o no, lo que afirmó rotundamente entonces el Tribunal Supremo.
Citado el 4 de octubre
Puigdemont pasó una noche en prisión, y al día siguiente compareció ante el Tribunal de Apelación de Sassari, que lógicamente no hizo caso de la petición de Llarena y lo dejó en libertad.
Le volvió a citar para el próximo lunes 4 de octubre, y como no dictó medidas cautelares, Puigdemont pudo volver a Bélgica sin problemas.
