Los Legionarios de Cristo, la orden religiosa que ha creado una red opaca de empresas subsidiarias, durante una década, opera desde un paraíso fiscal y que en pocos años acumuló más de 295 millones de dólares en activos.
Con inversiones en sectores como el inmobiliario, el tecnológico, el petrolero o la alimentación, según desvelan los conocidos como Papeles de Pandora, el último trabajo del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación.
El entramado empresarial tras la Legión de Cristo fue creado entre 2010 y 2011 por sacerdotes y empresarios cercanos con motivo de la intervención del Vaticano, tras los escándalos por abusos sexuales y pederastia del fundador de la orden, Marcial Maciel, y por la opacidad de las finanzas.
Los Legionarios han admitido haber creado parte de la estructura para “recibir donaciones”, pero han rechazado tener control sobre los fideicomisos utilizados para invertir en una treintena de empresas, según adelanta El País. La congregación había asegurado que ya no contaban con ese tipo de arquitectura financiera.