El escritor de tintes facha, Mario Vargas Llosa, fue noticia hace unas semanas por unas polémicas declaraciones sobre el sentido del voto de los ciudadanos. Durante la Convención Nacional del Partido Popular, Vargas Llosa habló sobre votar ‘bien’ y votar ‘mal’, asegurando que en unas elecciones, más importante que la libertad es que «los países voten bien».
Se le vio el plumero fascista cuando dijo «Lo importante de unas elecciones no es que haya libertad en esas elecciones, sino votar bien y votar bien es algo muy importante porque los países que votan mal, como ha ocurrido con algunos países latinoamericanos [de izquierdas, nunca a los de derechas], lo pagan caro», argumentó durante su intervención aleccionista.
Sus palabras generaron un gran revuelo, y más de dos semanas después de la Convención del PP, el escritor ha querido matizar ese pensamiento en una columna en el diario ‘El País’ titulada ‘Votar «bien» y votar «mal'». El artículo es un alegato en defensa del voto a los partidos que él considera de «centro» y «derecha» para evitar «votar mal», como «pasa todavía en América Latina o África». Es decir, para excusarse de un argumento poco afortunado, lo complica e insulta lo que entiende como «mundo subdesarrollado».
Pero el ridículo no acaba aquí y razona que «habría sido mejor que los alemanes no se entregaran en cuerpo y alma a Hitler, ganando las elecciones 1932» al tiempo que lo compara erróneamente con «los españoles que votaban a Franco», ignorando que el dictador franquista llegó al poder con un golpe de Estado y no mediante las urnas.
Un Llosa arrinconado explica que su razonamiento es «más bien simple»: «Votar ‘bien’ es votar por la democracia; votar ‘mal’ es votar contra ella». Pero precisa que es difícil «saberlo al principio» y pone de ejemplo a los británicos que votaron por el Brexit. Le ha salido el tiro por la culata a este escritor ‘amigo’ de dictaduras infinitas latinoamericanas que intenta vender ahora aquí con las desesperadas derechonas.