Hay países que no tienen judicializada la justicia. O por lo menos hay estados con jueces valientes que imparten justicia internacional sin acobardarse. Es el caso de la jueza argentina María Servini de Cubría, que investiga los crímenes del franquismo, ha procesado el ex ministro Martín Villa por presunto homicidio, se le ha procesado por cuatro, y torturas durante la dictadura.
Según han informado este fin de semana varios medios que han tenido acceso al auto, se le investiga por cuatro homicidios que tuvieron lugar durante la etapa final del franquismo, cuando Villa era ministro del gobierno español. Entre ellos, la conocida como matanza de Vitoria. Se trata del asesinato en 1977 del joven Arturo Ruiz, los hechos de Vitoria en el que murieron cinco obreros, de la represión policial durante las fiestas de los Sanfermines de 1978 y de cinco muertos más durante la Semana Pro Amnistía de 1977.
La justicia argentina ha impuesto a Villa, de 87 años, un embargo de bienes por valor de 1.134 millones de pesos argentinos, unos diez millones de euros, y prisión preventiva, de la que ha quedado exento. Considera que era «máxima autoridad del orden público», que ostentaba una «posición preponderante» al Ejecutivo español durante los hechos por los que ha resultado procesado y que desde allí «se propagaron las órdenes hacia aquellos que resultar ejecutores directos de los delitos «.
Así, esta jueza que instruye la causa que investiga los crímenes del franquismo, ha dictado finalmente prisión provisional para el exministro, que no se hará efectiva por la «eximición» que le fue otorgada, y el embargo por esa suma millonaria. «Parece nada pero es el resultado del enorme esfuerzo y de la lucha de las víctimas y sus descencientes», asegura la abogada argentina de la querella, Julieta Bandirali. El exministro recurrirá ante la Cámara de Apelación argentina el procesamiento de la jueza y la fianza…