El jefe de Estado español, hijo del rey emérito fugado a Abu Dabi que fue elegido por el dictador golpista el general Franco, además de asesino de elefantes en Botsuana, Felipe VI, volverá a Barcelona el próximo 29 de noviembre, en un intento de mejorar su perjudicada imagen en Catalunya. El objetivo de esta visita será la de presidir la entrega de Medallas Conmemorativas y de los XIV Premios Carles Ferrer Salat en el marco del 250 aniversario de Fomento del Trabajo Nacional.
En este acto, además de Aragonès se reunirán los presidentes de la Comunidad Valenciana, Aragón y las Islas Baleares. Casualmente en este acto coincidirán los territorios que componían la Corona de Aragón. El acto contará con la presencia de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y de la «combativa» alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien, sin duda, aplaudirán el discurso del Borbón hasta tener dichos doloridos .
La última visita del rey español a Barcelona fue a finales de octubre, cuando ostentó la presidencia de honor de la cumbre mundial Future of Tourism World Summit que se celebró en la Lonja de Mar. Es el séptimo viaje de Felipe VI a la capital catalana desde marzo, para demostrar quien manda. A mediados de octubre también viajó a Barcelona por la entrega de los premios Planeta y un par de semanas antes había inaugurado el salón del Automóvil.
Las últimas visitas del monarca español a Barcelona han estado marcadas por multitud de protestas organizadas por movimientos independentistas tras su infame discurso del 3 de octubre. Con motivo de la inauguración del Automobile Barcelona, se adelantó un día para que no coincidiera con el aniversario del 1-O, el ANC, Òmnium y los CDR convocaron una concentración bajo el lema habitual “Catalunya no té rei!”, (“¡Catalunya no tiene rey!”).
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