Barcelona no instalará pesebre en la plaza de Sant Jaume este año, Tras los fiascos de los diferentes ‘belenes de diseño’ esta vez los suplirá por otro que se desplegará a lo largo de medio kilómetro, desde la plaza del Àngel (junto a la plaza Vía Layetana) y hasta la Rambla. «Si no queríamos, pues dos tazas», ha sentenciado el teniente de alcalde de Cultura y concejal de los comunes, Jordi Martí, que ha anticipado que «habrá figuras para dar y vender».
En total, serán 51, colgadas e iluminadas en fachadas y balcones a lo largo del eje que forman las calles Jaume I y Ferran, con Sant Jaume como nexo de conexión. Las piezas de entre un metro y metro y medio que representan los oficios (el carpintero, el botero, el herrero…) se emplazarán en ambas calles y los animales llenarán Sant Jaume.
Sin embargo, nadie en el Ayuntamiento ha hecho mención si hay que sobreentender una doble lectura en el hecho de que todos los animales se concentren en el epicentro del poder político de la ciudad y del país. Sea como fuere, las más simbólicas, las que siempre se colocan dentro del pesebre, cubrirán parte de una fachada y otra de Sant Jaume, formadas con bandas verticales y flexibles de PVC: una gran efigie plateada de la mula colgará del palacio de la Generalitat y la dorada del toro, de la del Ayuntamiento.
“Se ha acordado después de una larga negociación con la Generalitat. Ésta sí que ha costado mucho”, ha bromeado Martí, que ha precisado el coste de la instalación, encargada al arquitecto Jordi Darder: unos 200.000 euros, un importe en el que el Gobierno catalán participa por primera vez, asumiendo- 20.000 euros. «Es un pesebre expandido, mayor, pero dentro del coste hay infraestructura que es más una inversión que un gasto, porque hay elementos para sujetar las piezas a las fachadas que se podrán reutilizar en futuras ocasiones», ha vaticinado el teniente de alcalde.
Aparte de las figuras, se exhibirán 23 versiones del pesebre en escaparates de comercios de Jaume I y de Ferran. Habrá de todo, desde un pesebre y un diorama bien clásicos hasta reinterpretaciones en «vídeo, fotografía, grabado y forja artística» de jóvenes artistas y otros galardonados, ha señalado Darder. “He querido añadir muchas perspectivas a la tradición del pesebre y he convocado a gente que nunca había hecho uno desde su estilo. Todo el mundo se ha podido expresar en su lenguaje”, ha destacado Darder, y que no se olvidará de representar el nacimiento, los reyes magos y un caganer.
El 2020 no hubo pesebre en Barcelona. Según “Lleva 60 años instalándose pesebre en la plaza y siempre hay polémica, ha asegurado Martí. «No pretendemos escaparnos este año, en todo caso, habrá que ver si se recibe con agrado un pesebre que, aunque se esparza por un buen tramo del centro de Barcelona, se arriesga sobrevolando calles y prescindiendo de su ubicación habitual en medio de la plaza. Además, dos belenes tradicionales se podrán visitar en el monasterio de Pedralbes y en el patio del Museo Frederic Marès del 27 de noviembre al 2 de febrero.