El presentador y cantante español al que muchos tildan de facha, Bertín Osborne, nació en Madrid en el seno de una familia aristocrática española, siendo el hijo mayor y único del VIII conde de Donadío de Casasola. Siempre se ha dicho y escrito que ha estado ligado con las derechas españolas y por eso ha cogido el ejemplo de los mejores corruptos de España. De los que más llevan la españolidad con orgullo.
Quizás por ese motivo también se sumó al carro de cometer fraude a principios de la década de 2000. Unas informaciones del diario El Confidencial revelan que no pagó impuestos y deudas que debía a Hacienda, y también que fijó su residencia en Luxemburgo a fin de evitar estos pagos. La Audiencia Nacional archivó los documentos de Osborne, con fecha de 2000 a 2006, porque prescribieron.
La policía halló los documentos del presentador en el marco de la investigación por el desvío de 14 millones de euros por parte del gestor Joaquín Arespacochaga Llópiz, por la reindustrialización de Cádiz. Se desprende que Hacienda comenzó a reclamarle, en los primeros años del siglo, el pago de importes correspondientes a su declaración de la renta.
Pero como suele ser habitual en España, los corruptos quedan impunes, y Osborne no es una excepción, y por ahora lo único que puede ocurrir es que después de que la Agencia Tributaria analice los documentos, envíen un informe al juzgado con las conclusiones que ya no serán delito y se desestimaran. Como suele ocurrir con esta justicia y los ‘españoles de bien’…