Ha sido Nius quien se ha hecho eco de la noticia: «Científicos creen que combatir ómicron a base de dosis de refuerzo no es la solución: «Es una locura»».
En esta pieza señalan que el inmunólogo Corell considera que «no tiene sentido una dosis nueva, ni una cuarta, una quinta, una sexta… porque aparezca una nueva variante». Una visión que comparte el epidemiólogo López Acuña, que señala que «no sabemos, siquiera, si la tercera dosis será efectiva frente a ómicron, no es un antídoto».
Apuntan en esta información que «un aumento prolongado de los anticuerpos en sangre, a la larga, puede ser contraproducente, puede producirse una enfermedad mediada por anticuerpos».
Precisamente ante la presencia de la nueva variante omicron del Sars-Cov2, se han abierto una serie de puertas a la especulación, sobre las cuales la OMS ha tenido que alertar, señalando que por el momento no hay base científica para que cunda ningún tipo de pánico, y que por el momento no se conocen muertes por esta variante. Sin embargo el G7 ya se ha esforzado en generar alarma afirmando que «la variante omicron es altamente contagiosa y requiere medidas urgentes».
El jefe de Pfizer (Albert Bourla) afirmaba ayer que en próximas fechas tendrán disponibles las vacunas para la nueva variante. De hecho, señalaba que «es probable que las personas necesiten vacunas anuales contra Covid durante muchos años».
En Reino Unido ya se habla de una cuarta dosis, anunciando la compra de 100 millones de dosis adicionales de los tratamientos de Pfizer y Moderna, para garantizar «las dosis de refuerzo de 2022 y 2023».
«Locura total»
Según ha recogido Nius, el epidemiólogo Daniel López Acuña considera que «la cuarta dosis me parece una locura total. Hay que entender que ni siquiera la tercera es un antídoto contra omicron». «Lo que busca la tercera es reforzar la capacidad inmunitaria de las vacunas, porque ha decaído la cantidad de anticuerpos circulantes en sangre, pero eso no quiere decir que pare a ómicron».
Afirma este experto que «omicron sólo se frena con medidas de protección y restricciones. Y estando vacunado, por supuesto».
El inmunólogo Alfredo Corell apunta que «No tiene sentido una dosis nueva, ni una cuarta, una quinta, una sexta… porque aparezca una nueva variante. Hay que hacer pruebas para saber si la inmunidad que se genera por las vacunas es efectiva para la nueva variante. Y eso se está haciendo, pero no hay datos definitivos, así que no es el momento de lanzarse a vacunar».
La tercera dosis no sería necesaria
Según los dos expertos, no ven necesaria la tercera dosis de la vacuna para la población en general. Apunta Nius que Corell considera que «las dosis de refuerzo no son el camino para combatir nuevas variantes. Según apuntan, no le parece que la salida a una nueva variante sean nuevas dosis, sin haber hecho ninguna prueba experimental de laboratorio cuando además la tercera dosis, en general, no es todavía necesaria».
¿Por qué? Señala el experto que «hay inmunidad suficiente y porque, aunque los anticuerpos hayan descendido en personas con las dos dosis, tenemos células de memoria circulando, que en dos o tres días están poniendo en marcha la generación de anticuerpos si es necesario».
Se preguntan estos científicos por qué hay que poner una tercera dosis cuando se está observando que las personas vacunadas infectadas con omicron están respondiendo de una manera leve a la infección.
«El hecho de que aumentemos las dosis lo único que puede producir es que esa reacción a la infección sea un poco más rápida, porque haya más anticuerpos disponibles, pero no podemos estar eternamente haciendo refuerzos y produciendo nuevos y nuevos anticuerpos» Subraya Corell. Y hace una importante advertencia: «hacerlo puede ser hasta contraproducente», apunta Nius. «Lanzarnos a que aumenten los anticuerpos en sangre no es algo que se haga con todas las vacunas ni con todos los microorganismos. Porque, de hecho, un aumento prolongado de los anticuerpos en sangre a la larga puede traer efectos contraproducentes. Puede producirse una enfermedad mediada por anticuerpos», avisa el inmunólogo.