La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha posicionado hoy públicamente sobre la obligatoriedad de las vacunas que algunos dirigentes políticos están queriendo someter a debate público. Su Alta Comisionada, Michelle Bachelet ha sido clara y contundente hablando en nombre de la organización: no es aceptable forzar a la vacunación.
«Bajo ninguna circunstancia la gente debe ser vacunada a la fuerza». Considera, no obstante, que podría darse la situación de que una persona, que no quiera vacunarse, tuviera que tener que pagar una sanción administrativa, una multa.
Bachelet, según ha recogido France24, advirtió de que hay que tomar en cuenta importantes consideraciones de derechos antes de hacer obligatoria la vacunación: «Debe cumplir con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación». La Alta Comisionada señaló que los objetivos que persiguen los países que se plantean hacer obligatoria la vacuna para luchar contra la pandemia «eran por supuesto del más alto nivel de legitimidad e importancia». Pero quiso insistir en el hecho de que «la obligatoriedad de la vacunación sólo debe usarse cuando sea necesario para lograr objetivos imperiosos de salud pública». «Y solamente cuando las medidas menos intrusivas, como llevar mascarilla y distancia social no logren satisfacer estos objetivos«.
Para que la obligación esté «de acuerdo con los principios fundamentales de los derechos humanos de igualdad y no discriminación«, es necesario que los países aseguren el suministro de vacunas y que sean realmente abordables, y sobre todo «que sean suficientemente seguras y eficaces».