La irascible presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, han celebrado este jueves la reapertura de la Venta del Batán después de que esta se cerrara de manera «sectaria» en el anterior Mandato, según ha recordado el regidor. La tauromaquia es la seña de identidad de la derecha española y eso no se podía permitir.
Almeida y Ayuso han estado acompañados por el director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad, Miguel Abellán, quien ha puesto en valor la recuperación de un «espacio único por su ubicación y dependencias en pleno pulmón de Madrid», la Casa de Campo.
«Los que pretenden rescribir la historia de espaldas a la riqueza cultural de la tauromaquia van a topar no solo con las pinturas de Goya, con versos de Lorca o con las crónicas de un maravillado Hemingway. Aquí van a encontrarse dos administraciones, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, unidas en su respaldo a la libertad, a las tradiciones y a España», ha subrayado.
La líder del PP madrileño volvió a reivindicar el arte del toreo como «forma de entender la vida». Esta forma de entender la vida que señala Ayuso mediante los toros tiene unos valores muy claros: «la constancia, el honor, la valentía, el equipo, la tradición, el amor a los animales y, muy especialmente, la libertad» . Suena a oxímoron: matar animales es amarlos.
Ayuso ha recordado que esta localización es «un sitio emblemático que muestra buena parte de la identidad y la historia de la tauromaquia». E insistió en la cuestión de la supuesta libertad que otorgan los toros a la sociedad con una sutil referencia en Catalunya: «No conozco territorios en el mundo que habiendo dado la espalda al mundo del toreo y habiendo cerrado la plaza, como ha pasado en Barcelona, haya habido mayor libertad después».