¡Escándalo sin precedentes! Tal como informamos desde Las Repúblicas, prácticamente se sabía, pero ahora con esta declaración directa de extrema gravedad se pueden pedir algo más que responsabilidades políticas, a la vez que pueden cambiar conciencias y sensibilidades en las relaciones entre España y Catalunya, por los brutales atentados terroristas del 17 de agosto de 2017 (17A).
El ex comisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo asegura que el CNI quería dar «un pequeño susto a Catalunya», pero «calculó mal las consecuencias» con el atentado de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils. Villarejo lo ha dicho en una nueva sesión del juicio por el caso Tándem:
«Yo he seguido trabajando con el CNI hasta el último día. Estuve trabajando con ellos para intentar arreglar el lío del famoso atentado del Imam de Ripoll, donde al final fue un grave error del señor Sanz Roldán que calculó mal las consecuencias para darle un pequeño susto a Catalunya.»
Hace un año, Villarejo ya explicó que una fuente muy importante había alertado del riesgo del atentado, pero que no fue considerada fiable. Según Villarejo, sí había relación entre el imán de Ripoll y el CNI antes de los atentados de Barcelona y Cambrils, y le dejaron actuar.
En septiembre del 2019, la Audiencia Nacional decidió no investigar los vínculos del imán de Ripoll con el CNI porque no consideraba necesario aclarar si había relación alguna entre el supuesto cerebro de los atentados en Barcelona y Cambrils y el servicio de inteligencia español.
Tras los ataques, se evidenciaron la descoordinación y deslealtad entre los cuerpos policiales, la exclusión de los Mossos d’Esquadra tanto del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), como del Europol y la falta de intercambio de información.
La relación entre el CNI y el imán Abdelbaki Es-Satty, el agente de radicalización, quedó recluida en una comisión de secretos oficiales a la espera de que exista la voluntad de que trasciendan más detalles. El ex comisario ha asegurado que él mismo siguió en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hasta el último día para «intentar arreglar el error» del ex director de este organismo, Félix Sanz Roldán.
Villarejo hizo estas declaraciones como acusado en el juicio por el caso Tándem, en el que se reúnen tres piezas separadas de la macrocausa contra el exagente. Las investigaciones se centran en las labores de espionaje que habría realizado con CENYT para despachos de abogados, empresarios y particulares, por las que la Fiscalía Anticorrupción pide que sea condenado a 109 años de cárcel.