Vuelta de tuerca del excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo. Este precisaba este miércoles algo de lo que dijo el martes durante la declaración en el juicio que le están perpetrando desde la Audiencia Nacional. A la entrada de esta institución judicial ha sugerido a la prensa que esperaba que el imán de Ripoll habría actuado a las órdenes del CNI, pero sólo para organizar un «comando ficticio».
Según dijo, tras la muerte del imán en las Casas de Alcanar la situación «se les escapó de las manos»: «Yo lo que he dicho en relación con el ‘susto’ es que muchas veces se han provocado comandos ficticios para tranquilizar y tal. Y que, probablemente la intención en absoluto fue provocar ningún atentado, pero sí dar el ‘apariencia’ de riesgo para que Catalunya sintiera la necesidad de la protección del Estado, pero se les escapó de las manos cuando el imán murió y los pequeños, jovencitos, no supieron cómo reaccionar.»
Villarejo ha continuado declarando esta mañana del miércoles en la Audiencia Nacional en el juicio por el caso Tándem, en el que se reúnen tres piezas separadas de la macrocausa contra él. En la declaración, ha asegurado que hay pruebas sobre la implicación del Centro Nacional de Inteligencia, el CNI, en los atentados del 17A, pero que no puede utilizarlas porque él ya no las tiene.
En este sentido, se ha quejado de que le incautaron todos los archivos y documentos, y no le han dado copias para poder defenderse, a pesar de que lo ha pedido muchas veces: «Si quieren pruebas, vayan a mis archivos y notas informativas, miren lo que tengo». «La prueba más evidente de todo es que no me quieren dar mis archivos.»
Preguntado por el fiscal sobre algunos de los documentos, ha dado a entender que pueden haber sido manipulados para incriminarlo, y ha puesto la operación Catalunya como ejemplo de que esto se hace: «Le puedo explicar mil métodos para alterar una palabra y tal, ya se ha hecho esto en la operación Catalunya, en el tema de Catalunya, alterando correos, accediendo a los servidores, hay 20.000…»
«Hoy en día la tecnología es tan brutal, se puede alterar las cosas, y claro, cuando es el Estado, o quien dice representar al Estado, lo que hay detrás de la aportación de pruebas, pues probablemente el señor fiscal esté engañado y el tribunal también puede estar confundido.»
En las declaraciones de este martes Villarejo focalizó la responsabilidad de la relación entre el imán Abdelbaki es-Satty y el CNI en lo que entonces era su director, Félix Sanz Roldán. Una relación que ha quedado detenida en la comisión de secretos oficiales del Congreso, y que la Audiencia Nacional desestimó investigar en septiembre del 2019 alegando que no era necesario hacerlo.
Se indica que Es-Satty murió el 16 de agosto del 2017 [aunque no se ha verificado al cien x cien] en una explosión en la casa de Alcanar donde él y varios jóvenes de Ripoll estaban preparando los explosivos para cometer un gran atentado en Barcelona. Al día siguiente uno de los jóvenes, Younes Abouyaaqoub, hizo el atropello masivo en la Rambla de Barcelona con una furgoneta, en la que mató a 14 personas.
La madrugada del 17 de agosto cinco de los jóvenes atropellaron a varias personas en el paseo marítimo de Cambrils, y apuñalaron a otras. El balance de los atentados fue de 16 muertos y 140 heridos, aparte de los terroristas fallecidos.