La agitación política que se respiraba en el año 2006 por la negociación del nuevo Estatut de Catalunya entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el Govern territorial, presidido por Pasqual Maragall, irrumpió de pleno en una de las fechas más significadas de las Fuerzas Armadas, la Pascua Militar, momento en que la cúpula militar hace balance de su situación y promulga sus deseos venideros.
Como el ruido de sables es constante dentro de las FFAA españolas. Por vocación y tradición. El teniente general del Ejército de Tierra José Mena, en su alocución desde Sevilla, invocó el artículo 8 de la Constitución y apuntó que los uniformados tenían el deber de defender la integridad de España, sugiriendo que ellos estaban dispuestos a actuar si en Catalunya se ‘excedían los límites constitucionales’.
Este episodio convulso dio pie a una investigación interna para conocer si el resto de la cúpula castrense compartía sus tesis. El entonces Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Félix Sanz Roldán, a la postre director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), realizó un informe sobre la situación. El documento forma parte del archivo del exministro de Defensa José Bono, cedido a la Fundación Pablo Iglesias. Un informe vacío y estéril, que no hace sino enmascarar la catalanofobia del Ejército español.
En las conclusiones de la investigación aportadas por VozPopuli se extrae que “La opinión mas general va en el sentido de que las declaraciones del General Mena han sido extemporáneas, inconvenientes y generadoras de división”. Solo molestando que Mena lo pronunciara en el marco de la Pascua Militar y que lo hiciera “en nombre de Su Majestad el Rey”: “Volver a una situación de declaraciones de tan marcado carácter político, que pone al Ejército en situaciones ya sobrepasadas, no lo justifica nadie”.
Informe del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Félix Sanz Roldán:
