La patronal Foment del Treball cifra en 35.000 millones el déficit de las inversiones en Catalunya entre 2009 y 2020. Aseguran que estos miles de millones de euros se han quedado sin invertir por parte de las diversas administraciones.
En 2019 Foment calculó en 28.000 millones de euros el déficit de inversión en infraestructuras en Catalunya de los 10 años anteriores. Ahora ha actualizado los datos y, lejos de reducirse, no deja de crecer, de hecho a un ritmo de unos 3.500 millones cada año, con lo que se aproximaría a los 35.000 millones en los últimos 12 años, de 2009 a 2020.
La cifra sale de comparar la licitación real de todas las administraciones públicas con la media de inversión en infraestructuras de los países de nuestro entorno, el equivalente al 2,2% del PIB. Esto significa que la inversión debería ser de unos 5.000 millones de euros anuales, pero la realidad es otra: la mayoría de años no llega a los 2.000 millones. En 2020, por ejemplo, fue de 1.500 millones, apenas un 0,7% del PIB.
Fomento denuncia también que la ejecución presupuestaria del Estado en Catalunya es del 67%, es decir, que un tercio de la inversión prevista en los presupuestos no se acaba ejecutando. En el mismo período, de 2013 a 2020, la ejecución de la Generalitat ha sido 10 puntos más alta, del 77%.
Otro problema que pone de manifiesto el informe es que, dado que en muchos casos las obras avanzan a un ritmo muy lento o incluso se detienen, la inversión se repite cada año en los presupuestos, que acaban distorsionados, con volúmenes muy superiores a los reales. Es el caso de la variante de Vallirana: las obras se alargaron 16 años, el coste real se triplicó, pero si sumamos todas las partidas de los presupuestos se habría multiplicado por ocho.
Informe de Fomento:
