En los nuevos datos que van saliendo sobre el divorcio entre ex político Albert Rivera y el despacho de abogados Martínez-Echevarría, según indican desde la cúpula del despacho a varios medios, no habrá armisticio que evite la vía judicial. “No vamos a llegar a un acuerdo con Albert Rivera, aunque consista en pagarle 1.000 euros”, sentencian.
El antiguo bufete de Albert Rivera tacha de “ofensiva la indemnización que exige por haber ido a trabajar dos horas algunos meses», ha contestado Martínez-Echevarría a Rivera y Villegas. La firma se cierra totalmente a negociar con Rivera y Villegas en un burofax remitido como respuesta:
«El cuanto a la pretendida resolución contractual por incumplimiento a instancias del Sr. Rivera y del Sr. Villegas, luego de señalarle su total improcedencia material y jurídica, indicarle que nos resulta más que inaceptable, nos resulta ofensiva», sostiene Vicente Morató, CEO de Martínez-Echevarría, «por lo que habrán de ser los tribunales de Justicia los que diluciden las pretensiones (en este caso fantasías) de sus representados».
En su opinión, la decisión de los exdirigentes de Ciudadanos de comunicar a los medios su salida tenía como propósito “forzarlos a llegar a un acuerdo” ya que la marca se podía “ver perjudicada”. Pero esta situación “se les ha vuelto en contra” porque “no doblamos la rodilla. Hemos cumplido”. De llegar a juicio, saldrán a la luz todas las cláusulas del contrato.
Al caso, podríamos llamarle puertas giratorias, de Albert Rivera, se unen otros recientes como el de Soraya Sáenz de Santamaría. La que fuera vicepresidenta durante los Gobiernos de Mariano Rajoy es socia del despacho Cuatrecasas desde 2019, adjunta a la presidencia y miembro del consejo de administración.
También el de María Dolores de Cospedal, hay que recordar que la exministra de Defensa fue socia del bufete CMS Albiñana & Suárez de Lezo hasta el año pasado, cuando cursó una excedencia parcial y voluntaria. Hay quienes no se acostumbran a la vida laboral tras pasar por la política.