A punto de estallar la guerra total dentro del PP. En plena batalla entre Génova y la Puerta del Sol (y su particular lucha soterrada por controlar el PP de Madrid) personas del núcleo duro de Pablo Casado contactaron con detectives para investigar al hermano de Isabel Díaz Ayuso.
Según ha publicado ‘El Confidencial’, una de las personas al mando de esta operación estuvo Ángel Carromero, hombre fuerte de José Luis Martínez-Almeida en el Ayuntamiento de Madrid, muy cercano también al propio presidente nacional, con quien mantiene una amistad de años desde que empezaron juntos en Nuevas Generaciones.
Los emisarios de Génova comenzaron a realizar averiguaciones el pasado octubre para tratar de conseguir información sobre las facturas emitidas tanto por Priviet Sportive SL y el hermano de Ayuso, así como los movimientos bancarios de ambos. Su intención era hallar una prueba documental inequívoca de que el familiar de la presidenta madrileña se llevó un porcentaje del contrato de las mascarillas y utilizarla luego para desactivar las aspiraciones políticas de la dirigente.
Los ‘fontaneros’ de la dirección nacional del PP han seguido realizando indagaciones en las últimas semanas, aunque también sin éxito. Los nulos resultados cosechados por esta operación han adquirido incluso tintes casi cómicos. La investigación acabó trascendiendo en diciembre al grupo de los que estaban involucrados en ella y llegó a oídos de la propia Ayuso, que contactó con Génova para acusar a la dirección nacional de permitir y fomentar una operación de guerra sucia contra ella.
Los rumores sobre esta maniobra del PP nacional para liquidar la carrera política de Ayuso circulan por el partido desde hace aún más tiempo. En septiembre, Esperanza Aguirre denunció en una entrevista concedida a El Mundo que Génova y Almeida estaban utilizando a “algunos chiquilicuatres” y “niñatos” para cuestionar el liderazgo de la presidenta autonómica. Dentro del partido, todo el mundo interpretó que Aguirre se refería a Carromero y otros altos cargos de su entorno que estaban actuando como punta de lanza de la estrategia de Casado y García Egea para descabalgar a su mayor contrincante interna.
Los altos cargos del PP involucrados en el espionaje contra la presidenta de la Comunidad de Madrid efectuaron en enero inspecciones en organismos públicos del Ayuntamiento para tratar de cubrirse las espaldas.
El Partido Popular ha emitido un comunicado tras publicarse esta noticia para negar que haya habido «una supuesta investigación sobre los contratos sanitarios adjudicados por la Comunidad de Madrid» y ha anunciado que «tomará las medidas judiciales oportunas ante estas falsedades».