Las personas afectadas por el fármaco Talidomida, denuncian que el Real Decreto que tenía que plantear ayudas para ellas lleva seis años elaborándose sin publicarse, lo que impide hacer efectivo el soporte necesario para ellas.
Según ha informado la asociación de Consumidores en Acción, FACUA, el vicepresidente de la asociación de Víctimas de la Talidomida en España, Rafael Basterrechea, ha denunciado que al menos cinco afectados han muerto sin recibir indemnización en los últimos años. Esto se debe a que el Real Decreto de ayudas a las personas afectadas por este fármaco aún no se ha publicado.
«No sabemos dónde está el Real Decreto, qué lo para. Lleva seis años elaborándose y no sabemos ni dónde está. ¿Qué le hemos hecho las víctimas al PSOE? No lo podemos comprender», señala el presidente de la Asociación en la intervención que ha realizado ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.
Señalan desde FACUA que la diputada socialista Carmen Andrés Añón ha avanzado que el Ministerio de Derechos Sociales «está trabajando en una nueva regulación para el reconocimiento y abono de las ayudas». «Se ha presentado a los órganos de cooperación necesarios y tiene una calificación de prioritario y urgente. Está encima de la mesa, dentro de la agenda normativa».
La Asociación ha interpuesto una demanda contra el Estado reclamando 400 millones de euros por no realizar el pago de las ayudas a los afectados de la Talidomida.
La Sala de lo Contencioso-Administratio de la Audiencia Nacional puso fin a las actuaciones la semana pasada, y el siguiente paso es emitir una votación al respecto. Las ayudas estaban previstas en la Ley General de Presupuestos del Estado 6/2018, donde se establecía la obligación del pago de dos tipos de ayudas a los afectados de la talidomida en España: una con cargo a los presupuestos públicos y otra a la farmacéutica Grünenthal, a la que el Gobierno reclamaba la responsabilidad.
La Talidomida es una droga desarrollada por la compañía farmacéutica alemana Grünenthal comercializada entre 1957 y 1963 como sedante y calmante de las náuseas durante los tres primeros meses del embarazo, que causó miles de casos de malformaciones congénitas que han provocado la muerte de muchas personas.