Amparados en las leyes y la doctrina vigente españolas, los grupos nacionalsocialistas que operan en España se mantienen a salvo de procesos de ilegalización. La asociación Devenir Europeo o el partido Alianza Nacional, ambos con reconocimiento legal y dedicados en cuerpo y alma a la exaltación nazi, dan fe de ello.
Acostumbrados a moverse en el filo de la navaja, tal como indica Público, estos grupos mantienen sus actividades sin enfrentar problemas con los tribunales. La situación del librero neonazi Pedro Varela, para quien la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación pide 12 años de prisión por enaltecimiento, justificación y negación del Holocausto y por delitos de incitación al odio contra judíos, migrantes, musulmanes y homosexuales.
Hay que tener en cuenta que reivindicar públicamente a Adolf Hitler, aplaudir sus «obras» o incluso reclutar a jóvenes para que se dediquen a la tarea de la apología nazi en la España del siglo XXI, es absolutamente normar en España. Algo que choca con cualquier otro país donde no se aprecie una «democracia defectuosa» como la española, donde es ilegal y penado judicialmente.
En este caso será el cuarto juicio que enfrenta Varela, quien a lo largo de su trayectoria ha tenido momentos de gloria. En 2007, el Tribunal Constitucional determinó que negar el holocausto contra seis millones de judíos entra dentro de los límites de la libertad de expresión consagrados por la Constitución española. Ahí está, precisamente, el fondo de la cuestión…
