jueves, 21 de noviembre del 2024

Publican el manifiesto por un debate público sobre la pandemia

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Beatriz Talegón
Beatriz Talegón
(Madrid, 5-5-1983) Licenciada en Derecho por la UAH, estudios en economía del desarrollo por la LSE en Pekin. Analista política. Ex Secretaria General de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas Actualmente colabora como analista política en distintos medios de comunicación (prensa escrita, radio y televisión).
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En el día de hoy se ha publicado un manifiesto donde se hace un llamamiento desde la izquierda, por parte de personas vinculadas a distintas formaciones políticas, que en algunos casos han tenido «que renunciar a sus cargos públicos» debido a las circunstancias a las que han tenido que enfrentarse estos dos últimos años.

Señalan en el escrito que «hace mucho tiempo» que son críticas, pero han conseguido unirse perocupadas «por la deriva autoritaria que se está produciendo en los últimos años a nivel internacional, nacional», llegando a afectar a los pueblos y ciudades.

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Subrayan que les ha costado encontrarse, y que se han sentido solas en los entornos políticos ante lo que ha supuesto «el mayor recorte de derechos y libertades de la historia reciente, bajo un pretexto de «crisis sanitaria» donde ha sido tabú cuestionar la validez científica, médica, ética de las medidas impuestas». Pero, según afirman, al mismo tiempo saben que en todas partes «son muchas más, críticas con el relato oficial y con estas medidas, decepcionadas con los partidos políticos, que han rehuido su principal razón de ser: debatir». Porque «sin debate, no existe credibilidad alguna».

Denuncian que «esta falta de debate, acompañada de la censura sistemática de toda opinión crítica, nos ha llevado a asumir restricciones de derechos y libertades altamente cuestionables a nivel científico, médico y ético». Y apuntan concretamente a:

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  • Medidas que han afectado y afectan a toda la población, y en especial a la infancia y la adolescencia: mascarillas, distancia social, protocolos segregadores en las escuelas, inoculación infantil…
  • Medidas que han afectado y afectan a las residencias de personas mayores, donde desde el principio de la “crisis sanitaria” han muerto miles de ancianos y abuelas sin que los gobiernos acepten ninguna investigación independiente sobre lo ocurrido.
  • Protocolos deshumanizantes en los hospitales y residencias, donde, entre otras situaciones, las personas ingresadas no pueden estar acompañadas por sus familias.
  • Coacción para inocularse con unos tratamientos médicos experimentales de los que se desconocen los efectos adversos a medio y largo plazo, omitiendo además su efectividad real, su balance riesgo-beneficio y los efectos adversos graves (incluida la muerte) que ya es están reportando oficialmente.
  • Coacciones en centros de trabajo en los que se fuerza la inoculación bajo amenaza de despido, con total ausencia de los sindicatos.
  • Difusión de un relato único por parte de los medios de comunicación, censurando cualquier opinión crítica y sin permitir ningún debate científico ni político, trasladando un mensaje constante de miedo, omitiendo cualquier recomendación sobre cómo cuidarnos para mejorar nuestra salud, ignorando otras terapias y tratamientos, e instaurando un neolenguaje ( nueva normalidad, asintomáticos positivos, desescalada , etc.) que sólo tiene como finalidad crear más confusión entre la ciudadanía y polarizar y enfrentar a la población entre bandos que no son reales: vacunados versus no vacunados o “ responsables” versus “negacionistas”.
  • Contratos totalmente opacos con las farmacéuticas, que las liberan –y también a la propia administración– de cualquier responsabilidad por los efectos adversos de las inoculaciones, y la depositan únicamente sobre la ciudadanía, que se ha sometido de forma voluntaria sin saberlo.

Explican en el texto, que «mientras desde la política y los medios de comunicación se ha difundido miedo entre la población, siguiendo estrategias que podrían definirse como terrorismo mediático, se han obviado otras problemáticas como el aumento de enfermedades mentales, depresiones y suicidios o el incremento de mortalidad por otras causas desde el inicio de la inoculación, especialmente entre la gente más joven». Además, añaden, «el impacto de las medidas impuestas ha tenido graves consecuencias a nivel educativo, económico, social, laboral y ecológico, muchas ampliamente documentadas, que es necesario analizar en detalle y debatir». 

Los firmantes consideran que «la crisis sanitaria» responde más «a intereses económicos y de control social que a la salud de las personas». Y recuerdan que durante los últimos dos años no se ha trabajado para reforzar y mejorar de verdad la sanidad pública, sino todo lo contrario: se ha desmantelado la atención primaria, destruyendo así un pilar básico del sistema sanitario y descuidando lo que debería ser su objeto principal: la promoción de la salud. 

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Piden los firmantes:

  • Debate , a todos los niveles. Un debate científico sin censura, acompañado de un debate político en el que se pueda hablar, demostrar con hechos y estudios lo que se dice, donde se pueda reflexionar, escuchando diferentes puntos de vista y opiniones. 
  • Posicionamiento . Basta de silencios. El pueblo está esperando a que los partidos políticos se posicionen, y el silencio se acaba transformando en complicidad.
  • Fin de medidas antidemocráticas . Paralización o no-reimplantación de las medidas y protocolos segregadores y que atentan contra los derechos humanos, las libertades fundamentales y los tratados internacionales, principalmente el pasaporte covid (o Green Pass ), las coacciones para inocularse un experimento génico, mal llamado “ vacuna ”, o los confinamientos.
  • Paralización de la inoculación infantil . Aplicación del principio de precaución frente a este grupo de edad. Los datos disponibles en todos los países indican que la mortalidad por covid en la infancia y la adolescencia, cuando no hay otras patologías graves, es prácticamente inexistente. Niñas, niños y jóvenes no necesitan ninguna “vacuna” para prevenir la covid. 
  • Basta cortinas de humo . Hay que reflexionar sobre otras cuestiones que no se están tratando por estar encerrados sólo en el discurso pandémico: subida de la luz y los suministros, desmantelamiento de la sanidad pública, afectación en la escuela pública, salud mental de las personas ( especialmente adolescentes y jóvenes), etc.
  • Libertad de información . Acceso de la población a toda la información disponible, sobre la efectividad de las medidas impuestas, incluida la vacunación, y también sobre otras posibilidades de tratamientos para hacer frente a la covid que ya se están aplicando en otros países y que los medios de comunicación ocultan de forma deliberada.
  • Responsabilidades . Apertura de una investigación independiente sobre la gestión política, periodística y médico-científica de la situación, a partir de la cual se depuren responsabilidades.

 

Las personas que impulsan este manifiesto provienen de formaciones políticas como las CUP, de Cataluña, Compromís, Valencia entre otras organizaciones.

Para adherirse al manifiesto, que puede leer aquí, debe dirigirse a la siguiente dirección de correo electrónico: manifestpeldebatpolitic@gmail.com

 

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