Vergonzosa actuación, típica española. Asociaciones de víctimas han recibido con total «desconfianza» la auditoría encargada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) al despacho de abogados del Opus Dei, Cremades&CalvoSotelo, y reprochan la «demora» para investigar los abusos sexuales a menores.
«No me inspira ninguna confianza, porque es como meter al zorro a cuidar las gallinas, no le doy credibilidad», ha valorado, el portavoz de la Asociación de Víctimas de Abusos Sexuales en centros religiosos de Navarra y víctima en el colegio de los Reparadores de Puente la Reina, José Luis Pérez.
A su juicio, lo que tiene que haber es una respuesta «firme y contundente» para investigar los abusos por parte del PSOE y del resto de los partidos políticos. «Basta ya, esto es un delito», ha clamado, al tiempo que ha pedido una comisión compuesta por expertos.
Por su parte, la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR) ha recibido «con incredulidad e indignación» la noticia de la auditoría externa que la jerarquía eclesiástica española ha encargado al despacho de abogados pues afirman que «meter al zorro en el gallinero no es la solución».
«Eso que ellos venden como auditoría externa e independiente no lo es y volvemos a exigir que la jerarquía de la iglesia española demuestre voluntad y actitud firme y no siga con el encubrimiento de estos delitos no solo los del presente, también los del pasado», subraya la asociación en un comunicado.
Para ANIR, con esta auditoría, la Iglesia pone «el peso» de la investigación en manos de «personas de más que dudosa credibilidad y afán de transparencia». «La jerarquía eclesiástica vuelve a ofender a las víctimas vendiendo algo que no es, independencia y transparencia», han denunciado.
La asociación reprocha a «una parte mayoritaria de la jerarquía eclesiástica española» una «absoluta negación y minimización» de los casos de abusos y la acusan de mostrar «una actitud cuasi delictiva de omisión de socorro y complicidad». El comunicado del cardenal Juan José Omella, ha sido indignante.
«Llevan años, muchos, de demora malintencionada. Es hora de poner al frente de una auditoría externa a personas con experiencia probada en estos temas que reúnan de verdad los parámetros exigibles de independencia y transparencia y desde luego a la voz clara y alta de las víctimas», señala ANIR.
Asimismo, el primer denunciante de abusos en la abadía de Montserrat (Barcelona), Miguel Hurtado, ha lamentado el «retraso» por parte de la Iglesia para investigar los abusos, y se ha mostrado a la espera de saber si la auditoría se aplicará a todas las diócesis y a las órdenes religiosas.
«La Conferencia Episcopal Española, con tres ó cuatro años de retraso, por fin, mueve ficha, pero esto no disminuye la necesidad de que el Estado actúe potenciando una investigación oficial», ha indicado Hurtado en declaraciones a Europa Press.