La Eurocámara ha rechazado este martes excluir de un informe la demanda de investigar «en profundidad» los supuestos «contactos estrechos y regulares» entre funcionarios rusos y «un grupo de secesionistas catalanes», en referencia al presidente exiliado Carles Puigdemont.
Curiosamente esto ha salido a tramite justo cuando Josep Borrell, está moviendo sus hilos desde hace tiempo contra el catalanismo y hoy damos la noticia que Borrell avanzaba que la UE aprobará un marco para sancionar a la «desinformación». Refiriéndose y destacando, como no, a Catalunya y el Procès por su enervante catalanofobia, lo que incluye el vínculo de funcionarios rusos con «líderes secesionistas catalanes»
La eurodiputada de la Izquierda Clare Daly había presentado una enmienda al texto sobre injerencia extranjera que pedía eliminar la mención a los supuestos contactos entre el entorno de Puigdemont y el Kremlin publicados por The New York Times. La enmienda cayó porque 470 eurodiputados votaron a favor de mantener el texto original, mientras 97 lo hicieron en contra y 123 se abstuvieron.
Se trata de un informe que aborda cómo hacer frente a la injerencia extranjera en los procesos democráticos de la Unión Europea, especialmente centrado en la desinformación. Aparte de los representantes catalanes, el informe también cita otros «contactos» de Rusia con partidos y movimientos europeos ultras, como el francés Reagrupament Nacional, la italiana Liga Norte, Alternativa por Alemania o el húngaro Fidesz, entre otros.
El informe apunta que estos «contactos» de funcionarios rusos con partidos y personalidades europeas forman parte de una «estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular el discurso con el fin de promover la desestabilización».