Si ya no había lio con los políticos en el tema guerra, faltaba la Iglesia. En una carta abierta, se pronuncia el arzobispo Carlo María Viganò, sobre el conflicto bélico de Ucrania y Rusia. Este controvertido eclesiástico, que con o sin razón, ya la tuvo contra los laboratorios de las vacunas, e invitaba a toda la población a participar en la alianza antiglobalización contra la dictadura sanitaria que ha tomado el control de las instituciones supranacionales.
Allí expresa su apoyo al accionar de la Rusia de Vladimir Putin. «Rusia puede desempeñar el papel del katechon, es decir, el último obstáculo en el camino del Anticristo», dijo el 6 de marzo el arzobispo Carlo María Vigano en su declaración sobre lo que está sucediendo en Ucrania.
En una larga declaración de 24 páginas, el arzobispo aborda todos los aspectos de lo que está sucediendo (historia, causas, nazismo en Ucrania, sus raíces, etc.), afirmando que la situación en Ucrania fue provocada por la administración Biden, la OTAN y la UE.
Dice Viganó que los medios de comunicación occidentales están llenos de mentiras y falsedades sobre lo que está pasando. Para los artífices del nuevo orden mundial, los acontecimientos de Ucrania no son más que un paso más en la destrucción del viejo mundo y la construcción de uno nuevo orden mundial.
Hablando de la crisis de espiritualidad en Occidente, Viganò afirma: “La crisis mundial, con cuya ayuda se prepara la desintegración de la sociedad tradicional, ha afectado también a la Iglesia católica, cuya jerarquía es rehén de los apóstatas que son cortesanos del poder. La Roma de los Césares y los Papas está ahora desierta y silenciosa, como lo ha estado durante siglos la Segunda Roma de Constantinopla».
“Quizás la Providencia predeterminó que Moscú, la Tercera Roma, asumirá hoy a los ojos del mundo el papel de un katechon, una barrera escatológica para el Anticristo”, sugirió Viganò. “Rusia y Ucrania hoy pueden desempeñar un papel trascendental en la restauración de la civilización cristiana, contribuyendo al establecimiento de un período de paz en el mundo, del cual la Iglesia también será resucitada, limpiada y renovada en sus ministros”.
En consecuencia, el arzobispo declaró que “los Estados Unidos de América y las naciones europeas no deben marginar a Rusia, sino hacer una alianza con ella, no solo para restaurar el comercio en beneficio de la prosperidad general, sino también en vista del restablecimiento de una civilización cristiana, que es la única que puede salvar al mundo del monstruo transhumanista tecno-médico globalista».
Dice el arzobispo Viganò sobre la guerra de Ucrania:
- La crisis de Ucrania, que se nos presenta como una consecuencia de la arrogancia expansionista de Vladimir Putin hacia una nación independiente y democrática sobre la que intenta reclamar derechos absurdos. Se dice que el «belicista Putin» está masacrando a la población indefensa, que se ha levantado valientemente para defender el suelo de su patria, las sagradas fronteras de su nación y las libertades violadas de los ciudadanos. La Unión Europea y Estados Unidos, «defensores de la democracia», se dicen incapaces de no intervenir por medio de la OTAN para restaurar la autonomía de Ucrania, expulsar al «invasor» y garantizar la paz. Ante la «arrogancia del tirano», se dice que los pueblos del mundo deberían formar un frente común, imponiendo sanciones a la Federación Rusa y enviando soldados, armas y ayuda económica al «pobre» presidente Zelenskyy, «héroe nacional» y «defensor» de su pueblo. Como prueba de la «violencia» de Putin, los medios de comunicación difunden imágenes de bombardeos, registros militares y destrucción, atribuyendo la responsabilidad a Rusia. Y aún hay más: precisamente para garantizar una «paz duradera», la Unión Europea y la OTAN abren los brazos para acoger a Ucrania como miembro. Y para evitar la «propaganda soviética», Europa está apagando Russia Today y Sputnik, para garantizar que la información sea «libre e independiente».
- La crisis ruso-ucraniana no estalló de repente hace un mes. Ha sido preparada y fomentada durante mucho tiempo, comenzando ciertamente con el golpe blanco de 2014 que fue deseado por el Estado profundo estadounidense en clave antirrusa. Hay pruebas de una premeditación a largo plazo, consistente con la implacable expansión de la OTAN hacia el Este. La Revolución de Colores de Euromaidán, así como el establecimiento de un gobierno pro-OTAN, tenían como objetivo crear las condiciones para la subordinación de Ucrania al bloque de la OTAN, alejándola de la influencia de la Federación Rusa. Para ello, la acción subversiva de las ONG del filántropo húngaro, apoyada por la propaganda mediática, ha mantenido en silencio los crímenes de las organizaciones paramilitares neonazis, financiadas por los mismos que patrocinan a Zelenskyy.
- Preocupa mucho que los destinos de los pueblos del mundo estén en manos de una élite que no rinde cuentas a nadie de sus decisiones, que no reconoce ninguna autoridad por encima de sí misma y que para perseguir sus propios intereses no duda en poner en peligro la seguridad, la economía y la propia vida de miles de millones de personas, con la complicidad de los políticos a su servicio y de los grandes medios de comunicación. La falsificación de los hechos, las grotescas adulteraciones de la realidad y el partidismo con el que se difunden las noticias conviven con la censura de las voces discrepantes y dan lugar a formas de persecución étnica contra los ciudadanos rusos, que son discriminados precisamente en los países que se dicen democráticos y respetuosos con los derechos fundamentales.