Decapitado Pablo Casado, y aún sin celebrarse el Congreso que nombre definitivamente a Feijoó como líder del partido de manera formal, los cambios de la formación son ya evidentes.
Se ha pasado del insulto constante de Casado y la falta de propuestas a una mano tendida por parte de los Populares al PSOE, con la propuesta constante de sacara a Unidas Podemos de la ecuación de gobierno.
Tras el apoyo para la rebaja de impuestos que ha tenido que abordar Sánchez como medidas de respuesta ante la crisis económica que, según el presidente, viene generada por el conflicto en Ucrania, ahora se propone desde el Partido Popular apoyar a Sánchez en la elaboración de la Ley de Seguridad Nacional.
Desde el PP se ha tendido la mano al gobierno para acordar la redacción de esta ley mediante consenso, tal y como ha señalado Cuca Gamarra. «Es una ley fundamental en este momento», ha apuntado esta misma mañana.
La Ley de Seguridad Nacional está redactándose en el Congreso de los Diputados, y por lo que se ha podido conocer de ella, otorgaría poderes al presidente hasta ahora desconocidos. Esta semana termina el plazo para presentar la enmienda a la totalidad, algo que el PP ha decidido ya no hacer y se ha posicionado en la negociación con los socialistas.
El Gobierno quiere crear una «reserva de bienes estratégicos» para poder hacer frente a las posibles consecuencias económicas que sigan derivándose del conflicto con Rusia. Especialmente en lo que al sector energético se refiere. Es uno de los puntos fundamentales de la Ley de Seguridad Nacional, y ya se incluyó en la Estrategia de Seguridad Nacional que fue aprobada hace un par de meses, a finales de 2021.
En lo que a la reserva estratégica se refiere, la cuestión quedó abierta a la decisión de cada territorio, pudiéndose desarrollar de manera dinámica atendiendo a las necesidades de cada momento y cada situación concreta.
