La protesta duró unos segundos en horario de máxima audiencia en el principal canal de Rusia. La editora de la sección de internacional Marina Ovsyannikova irrumpió el lunes por la noche detrás de la presentadora con un cartel contra la guerra, algo que podría ser duramente sancionado por la ley “contra la desinformación” que aprobó el Gobierno de Vladímir Putin a los pocos días de comenzar la ofensiva sobre Ucrania.
Su gesto ha llegado a millones de rusos, a los que pidió salir de su estado de trance mientras prosigue el conflicto. “No a la guerra. Parad la guerra. No creáis la propaganda. Te están mintiendo”, ponía en el cartel.
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Después, en su cuenta de Instagram había colgado un comunicado (incluido en el vídeo) expresando su malestar. Pide perdón a su audiencia por haber hecho propaganda del Kremlin durante sus años de trabajo para Channel One y asegura sentirse avergonzada por dejar a la gente «mentir en pantalla».
Cree que ha llegado el momento de decir algo después de callar «cuando se envenenó a Navalny». Tras decir que le daba «mucha vergüenza» trabajar para ese canal porque decía mentiras, acusó a la televisión de «zombificar a la gente rusa», y llamó a salir a las calles.