Histórico y brutal giro de guion con el patriarca de los Borbones. La justicia británica ha rechazado la inmunidad del rey emérito y, por tanto, permite que salga adelante la denuncia presentada por Corinna zu Sayn-Wittgenstein contra él. La aristócrata alemana denunció a Juan Carlos I en el Reino Unido por amenazas si revelaba secretos de Estado que supuestamente tendría.
La Audiencia de Londres argumenta que ya no tiene la condición de jefe de estado: «Sea cual sea el estatus que tenga el acusado en virtud de la ley y la constitución española, ya no es un ‘soberano’ o un ‘jefe de estado’, cargos que le dan inmunidad personal.». Esto significa que si finalmente el Borbón es condenado, se le podría extraditar al Reino Unido desde cualquier país, para ponerse ante la justicia de su majestad la reina de Inglaterra.
La denuncia también incluye al ex director del CNI, Félix Sanz Roldán. Le acusa de estar detrás de una campaña de acoso e intimidaciones contra ella desde el 2012, cuando se supo la relación entre Corinna y el rey emérito, tras el viaje a Botsuana donde se rompió la cadera.
Corinna contrató los servicios de un reputado abogado experto en extradiciones, James Lewis. Según publicó en su día el Daily Mail, ella asegura que desde el CNI «insistían en que debía estar callada. Decían que hablar con los medios destruiría mi imagen. De hecho, esta amenaza se llevó a cabo con éxito.»
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