Parece que la pandemia sirvió para que algunos sacasen provecho a pesar de las difíciles circunstancias que nos tocó vivir a todos.
En Reino Unido hoy es noticia que la empresa vinculada a la parlamentaria conservadora Michelle Mone, se dedicó a comprar equipos de protección individual a China doblando el precio (de 46 millones que costaban a 122 millones que se pagaron de dinero público).
El hecho de que el dinero provenga de los contribuyentes, ya que las compras las hizo el gobierno de Reino Unido, es ya de por sí escandaloso. Pero no es lo único, puesto que los EPIs comprados no servían, al no ceñirse a los estándares mínimos de garantía para su seguridad, por lo que el dinero que se pagó, 122 millones de libras esterlinas, fue literalmente tirado a la basura.
Según ha publicado The Guardian, desde que tuvo conocimiento de estos hechos, el Departamento de Salud del Gobierno británico ha intentado recuperar el dinero entregado a Medpro, la empresa proveedora. Pero la compañía asegura que tiene derecho a no devolverlo porque los EPIS fueron aprobados de manera oficial por los responsables técnicos gubernamentales.