Hablaba este fin de semana el presidente Biden desde Polonia, dando a entender que había que cambiar a Putin al frente del gobierno de Rusia. Le llamó «carnicero» y desde su «altura moral», dijo cosas que inmediatamente tuvieron que matizar desde la Casa Blanca.
Evidentemente, que el presidente de una potencia se dedique a decir que hay que quitar del medio al presidente de otra no suena muy democrático, ni muy respetuoso. Por mucho que luego haya intentado explicar que lo decía desde su perspectiva «moral».
La actitud arrogante, absolutamente mentirosa y falaz de la administración de Estados Unidos está resultando escandalosa. Y desde luego que la imagen que proyecta Biden es la de un poder ansiado pero inexistente. No aporta fiabilidad este señor, ni personal ni política. Y desde luego, que si rescatamos las declaraciones que ha ido haciendo a lo largo del tiempo, podemos hacernos una idea de que este personaje el concepto de democracia, de respeto y de la separación de poderes le pilla muy lejos.
Estados Unidos se ha pasado la historia provocando y participando en guerras para obtener beneficio a través de la explotación de los recursos de los terceros países y de la venta de armas.
Desde la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos han estado involucrados en guerras, campañas y operaciones militares como por ejemplo: China 1945; Siria 1949; Corea 1950; Persia 1953; Guatemala 1954; Tíbet 1955; Indonesia 1958; Zaire 1960; Vietnam 1965; Cuba 1961; República Dominicana 1961; RD Congo 1964; Laos 1964; República Dominicana 1965; Perú 1965; Grecia 1967; Guatemala 1967; Camboya 1969; Chile 1970; Argentina 1976; Angola 1976; El Salvador 1981; Nicaragua 1981; Camboya 1980; Líbano 1982; Granada 1983; Libia 1986; Irán 1987; Libia 1989; Filipinas 1989; Panamá 1989; Irak 1990; Somalia 1992; Irak 1992; Bosnia-Herzegovina 1995; Irak 1998; Sudán 1998; Serbia 1999; Afganistán 2001; Irak 2003; Pakistán 2004 al presente; Somalia 2007 al presente; Kenia 2007 al presente; Libia 2011; Uganda 2011; Irak 2014; Siria 2014; Yemen 2015. Venezuela 2019.
Y estas son las que conocemos con luz y taquígrafos, por no hablar de la financiación de grupos armados, de revueltas populares, de medios de comunicación que se dedican a difundir propaganda y mentiras contra quienes sean considerados «enemigos» de sus intereses.
Nos recuerda Timothy Bancroft-Hinchey el historial del señor Biden, y me parece importante ponerle el foco hoy a esta cuestión.
Biden votó a favor de una resolución para atacar Yugoslavia en 1999. Se utilizó equipo militar contra estructuras civiles y fueron asesinadas más de 1.000 personas. Se bombardeó «por error» la embajada de China.
Votó a favor de autorizar el ataque ilegal contra Irak en 2003 donde se atacó a personas civiles y se asesinó a más de un millón de ellas.
Biden era vicepresidente cuando se atacó Libia, cuando se alimentaron grupos terroristas para hacer caer a Gadafi.
La participación en Siria, alimentando a los opositores, armándoles hasta los dientes y financiando a criminales en la zona está documentada y a nadie se le escapa.
Los comentarios de Biden sobre cómo fulminaron al fiscal general de Ucrania, sobre lo que pensaba de Europa, dejan en evidencia el absoluto inexistente carácter democrático de este señor.
¿Este señor de verdad es quien pretende dirigir occidente en base a los mensajes de democracia, libertad y derechos humanos?
Seguro que Biden os encanta. Esto es lo que piensa él de nosotros, los europeos.
— Bea Talegón (@BeatrizTalegon) March 28, 2022
El líder de la democracia al que pagamos las guerras que monta. @sanchezcastejon en mi nombre no se le hace el juego a este tipo. https://t.co/28AwuwxIny
— Bea Talegón (@BeatrizTalegon) March 27, 2022
Biden:" Cut off Russian gas gonna hurt Europe but that's the price I am willing to pay"pic.twitter.com/xqBRd4YfDC
— Carl Zha (@CarlZha) March 25, 2022