El pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado ayer jueves el dictamen de la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas contra la Covid-19 y el Plan de Vacunación con 169 votos a favor, 153 votos en contra y 22 abstenciones. Un debate intenso que ha mostrado el hemiciclo dividido ya que desde la oposición consideran que la comisión no ha servido para nada, ha sido un teatro y ha tenido el claro objetivo de aportar puntos de vista afines a las decisiones que ha tomado el Gobierno.
El documento (que puede consultarse íntegramente aquí), que consta de 40 folios señala que la disponibilidad de vacuna ha supuesto un cambio en la gestión de pandemias a nivel global, que la propiedad intelectual no debería ser un obstáculo para acceder a las mismas. Se pide transparencia en los acuerdos de compra de manera anticipada y se asegura que las vacunas son seguras siendo el Gobierno de España quien ha liderado el proceso de vacunación a nivel internacional.
Denuncian que no se ha generado un debate abierto, ni transparente que hubiera servido para analizar en profundidad las medidas tomadas.
Ha habido dos enfrentamientos entre los socios de gobierno, PSOE y Unidas Podemos. Y una enmienda que ha sido pactada para subrayar la necesidad de impulsar entre las instituciones europeas e internacionales la adaptación de los requisitos de obtención del pasaporte covid para que aquellas personas a las que se les ha recomendado no inocularse puedan acceder al mismo.
Desde el PP, Vox y Ciudadanos no han participado en la Comisión porque no estaban de acuerdo con los comparecientes que habían sido propuestos. Por este motivo han calificado la comisión en su conjunto como una «pantomima» del Gobierno. En este sentido, José Ignacio Echániz ha declarado que «vetaron las comparecencias del Grupo Parlamentario Popular y del resto de partidos de la oposición y sólo permitieron ir a comparecer a los que venían a aplaudir al Gobierno. En lugar de hacer una comisión equilibrada, integradora, abierta y participativa, han hecho una comisión inútil, monocolor y sectaria».
En el mismo sentido se han pronunciado desde Vox y Ciudadanos, que han considerado de «pantomima» la Comisión y las recomendaciones y conclusiones del dictamen votado. «Esta comisión ha sido una obra de teatro», ha afirmado Mercedes Jara, de Vox.
El PNV se ha abstenido en su votación y ha señalado que esta comisión era «innecesaria» así como que las conclusiones del texto aprobadas pueden ser «mejorables».
«Hemos creído que la comisión era innecesaria porque no había nada que investigar sobre la campaña de vacunación y después del trabajo realizado, ratificamos nuestra idea. El trabajo ha sido más una evaluación de los aspectos de mejora que la campaña de vacunación ha tenido», ha señalado Josune Gorospe, del PNV.
Para ERC el dictamen debería haber sido «mejor» y el perfil de los comparecientes han sido «muy parecidos y monótonos, dando más protagonismo a las farmacéuticas y no tanto a los profesionales sanitarios».
Desde el PSOE, Ana Prieto ha defendido la comisión y ha asegurado que se han celebrado debates, aceptado enmiendas y que se ha llegado a un acuerdo, que es «lo más importante».
En el informe se hace referencia a la necesidad de establecer medidas de seguimiento y acompañamiento a las personas que se vean afectadas por las vacunas, así como a la necesidad de identificar lotes de vacunas que hayan sido administrados a personas que hayan sufrido efectos adversos y «estudiar su correlación».