Continua el goteo de corruptelas en Madrid. Un juzgado de la capital ha admitido a trámite la querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción contra Luis Medina y Alberto Luceño por el pelotazo con la venta de mascarillas. El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid dirigirá esta causa abierta por delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales en relación con el contrato de 11 millones de dólares para suministrar material sanitario al Ayuntamiento de Madrid.
Fuentes jurídicas precisan que el próximo paso será llamar a declarar a Medina y Luceño en el marco de estas diligencias en las que se investiga el cobro presuntamente irregular de 6 millones de dólares en comisiones. Ambos empresarios se repartieron comisiones seis millones de dólares, de los cuáles cinco fueron a parar a los bolsillos de Luceño y uno para el hijo de Naty Abascal.
La Fiscalía advierte que este monto lo incluyeron dentro de las partidas pactadas con el consistorio de José Luis Martínez-Almeida, de manera que abultaron el precio del material adquirido en China sin que lo supiera el comprador (que en este caso fue la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid). El resultado de ello fue la compra por parte de los comisionistas de coches de lujo y un yate.
Como resultado de las gestiones de mediación (y que impulsó Luis Medina gracias a un contacto estrecho con un familiar de Almeida) el Ayuntamiento de Madrid compró un millón de mascarillas por 6,7 millones de dólares; 2,5 millones de guantes de nitrilo por 5 millones de dólares y 250.000 test rápidos por 4,25 millones de dólares. En ejecución de los contratos la empresa pública madrileña abonó los precios pactados entre el 24 de marzo y 6 de abril de 2020, en plena crisis sanitaria.