El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha claudicado definitivamente frente el rey Mohamed VI en el tema del Sáhara y el Frente Polisario, dejándolos solos, y han acordado una declaración conjunta al término de su encuentro en Rabat en la que se indica que celebración de la pospuesta Reunión de Alto Nivel (RAN) antes de que termine el año pero en la que no hay ninguna mención a la integridad territorial de la que tanto hablaba Sánchez. Algo se nos escapa.
Así, en el primer punto España reconoce «la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos« y vuelve a reiterar que «la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo», como ya expresó Sánchez en su carta al monarca, lo que ha permitido que Marruecos deje, según se espera, de hostilizar a España.
La bajada de pantalones es notoria porque en ninguno de los puntos aparece mencionada la necesidad de garantizar la integridad territorial y la soberanía española, uno de los aspecto mencionados por el Gobierno en sus comunicados en estas dos últimas semanas y de los argumentos que había ofrecido para respaldar su nueva postura.
«La soberanía nacional está fuera de toda duda, incluida Ceuta y Melilla», tanto por la Constitución como por el compromiso del Estado, ha defendido Sánchez al ser preguntado por la ausencia de una mención explícita. Lo que demuestra que solo es valida delante de los micrófonos y si siembra las dudas.
Fuentes gubernamentales defienden que España no necesita que Marruecos reconozca las dos ciudades autónomas como tampoco otras ciudades de la península y esgrimen que el Gobierno no tiene que hablar de la integridad territorial con ningún país. Marruecos no tardará en reivindicar a esas dos ciudades.
La humillación se ha visto completada entre otras lindeces, con la bandera española colocada del revés en el encuentro de la cena protocolaria, y la colocación de una estatua frente a Sánchez del líder conquistador de la Península Ibérica Tàriq ibn Ziyad.
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España y Marruecos inician una nueva etapa basada en la comunicación permanente, la transparencia, el respeto mutuo y de los acuerdos firmados. Afrontamos con responsabilidad este momento histórico que contribuirá a asegurar los intereses, estabilidad e integridad de ambos países pic.twitter.com/KmhvlKD6fI
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 7, 2022
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«Colocar la bandera del invitado del revés es símbolo de victoria (y de la derrota del invitado). En modo alguno se puede considerar un descuido. En la alta diplomacia no existen los descuidos en protocolo.»
«Una vez solucionada la posición de la bandera de España, a Sánchez le han colocado -presidiendo el espacio- la estatua de Tàriq ibn Ziyad, el general que dirigió la conquista de la península ibérica. Sinceramente, si me lo cuentan no me lo creo.»
Un cop solucionada la posició de la bandera d’Espanya, a Sánchez li han col·locat -presidint l’espai- l’estàtua de Tàriq ibn Ziyad, el general que va dirigir la conquesta de la península ibèrica.
Sincerament, si m’ho expliquen no m’ho crec. pic.twitter.com/LGEZ3yeAKk
— Toni Florido (@toni_florido) April 8, 2022