Rusia ha bombardeado este domingo Dnipro, Járkov y Lugansk. El Kremlin ha explicado que los objetivos a destruir eran militares, pero el Gobierno ucraniano denuncia que los misiles impactaron en una escuela y una torre de viviendas en Lugansk y han destruido “completamente” el aeropuerto de Dnipro.
Según la información oficial, dos personas han muerto y varias más han resultado heridas tras la ofensiva. Las autoridades ucranianas han detectado un convoy ruso de 8 kilómetros que planea romper las defensas ucranianas al este del país.
Precisamente, ambos bandos están reforzando su estrategia en el flanco este del país, ya que se prepara una «gran batalla» en el Donbás. Kiev ya da por iniciada la ofensiva final rusa contra la región y piensa que las tropas rusas están intentando romper las líneas enemigas con una maniobra envolvente al este del país.
Josep Borrell, convocó una reunión conjunta del Comité Militar de la UE y del Comité Político y de Seguridad para la que creen será la batalla crucial en la guerra en Ucrania. La situación en el este es clave, por eso el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha adelantado en una entrevista del diario británico ‘The Telegraph’ que la Alianza planea establecer una fuerza permanente en el este de Europa.