La Audiencia Nacional ha condenado a Manuel Murillo, vigilante de seguridad de Terrasa, a siete años y medio de prisión por sus manifestaciones vertidas en redes sociales en el año 2018.
La Audiencia Nacional le condena a dos años y medio de prisión por el delito de homicidio en grado de proposición y a cinco por depósito de armas de guerra.
Durante ocho años estará inhabilitado a tenencia de armas.
Los magistrados han considerado probada su culpabilidad considerando que el Murillo tenía una «fijación inquebrantable» de «acabar con la vida» del presidente del Gobierno.
La «fijación» se habría hecho manifiesta en diversos mensajes de Whatsap, tanto en grupos donde había más participantes, como a nivel privado a distintos responsables políticos con los que contactó para intentar llegar al líder de Vox, Santiago Abascal.
Precisamente, una de las personas contactadas, Patricia Marta Muñoz,coordinadora de Vox en el Vallés, fue quien denunció los hechos ante los Mossos D’Esquadra.
Al registrarse el domicilio de Murillo fueron incautadas 13 armas de guerra, entre las cuales siete están prohibidas. Hechos que han servido al tribunal para considerar la «alta peligrosidad» del sujeto.