Como si fuera un salvador de patrias, Pedro Sánchez ha llegado a Ucrania. Tal como se han desarrollado los viajes de los líderes que se han desplazado a Kiev desde que estalló la guerra impulsada por Putin. Con secretismo. Así ha sido el viaje del presidente del Gobierno español hasta la capital de Ucrania.
Sánchez se ha ido dejando abierta la herida con Catalunya por el macrocaso de espionaje del CatalanGate. Despegó el miércoles por la tarde de Madrid para aterrizar en una localidad de Polonia cerca de la frontera con Ucrania. Desde allí un viaje en tren de varias horas hasta la capital, donde se reunirá con el presidente, Volodímir Zelenski. Agentes de los GEO se encargan de la seguridad.
Junto al presidente del Gobierno viaja también la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Ambos han sido recibidos por la viceprimera ministra ucraniana, Olga Stefanishina. A la finalización del encuentro con el presidente ucraniano, los tres mandatarios realizarán una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación.
El presidente del Gobierno se ha desplazado hasta la localidad de Borodyanka, a las afueras de Kiev, una zona que muy castigada por el ataque ruso, que incluso ha llegado a ser calificada como la otra Bucha, en alusión a la destrucción y masacre provocada por la guerra.
Vídeo:
Conmovido al comprobar en las calles de Borodyanka el horror y las atrocidades de la guerra de Putin.
No dejaremos solo al pueblo ucraniano. pic.twitter.com/OfEIa9oOTC
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 21, 2022