Así funciona una «democracia defectuosa». PP y PSOE pactaron a escondidas los cambios de funcionamiento de la Casa Real de España para evitar un debate sobre si el país debe ser una monarquía. El diario El Mundo asegura que las conversaciones empezaron hace más de un año cuando Pablo Casado era el líder del PP y las relaciones entre los dos grandes partidos españoles iban por pedrisco.
Según el diario ambos entendieron que esta cuestión necesitaba el apoyo de ambos partidos mayoritarios para garantizarse un aval mayoritario, y por mucho tiempo. Además de evitar un debate en el que UP y los independentistas catalanes, vascos y gallegos habrían abierto el melón de la república.
Además el acuerdo también descarta la anulación de la inviolabilidad del rey fugado, que evidentemente se mantendrá alegando que finalmente se ha optado por un real decreto, y no se ha entrado a reformar ningún punto más relevante.
Lo que intentaron para mejorar la transparencia de la monarquía es que, a partir de ahora, será el Tribunal de Cuentas quien controlará los gastos de la Casa Real, pero sólo los auditará, y, por tanto, será Felipe VI quien los enviará. Todo ello, una nueva farsa para proteger a la monarquía que, casualmente, sale a la luz en plena polémica del espionaje al independentismo.
