La revista The New Yorker nos ha detallado cómo decenas de políticos, abogados y activistas catalanes, así como sus familiares, habrían sido víctimas de ciberespionaje de Pegasus, programa que solo se vende a los Gobiernos, masivo entre 2019 y 2020. Entre ellos se encontraban todos los ex presidentes de la Generalitat desde 2010 y los eurodiputados Carles Puigdemont, Diana Riba y Jordi Solé, que por eso conocemos como Catalangate.
Todo parece indicar que es el Estado español quien estaba detrás de ese espionaje, concretamente desde el Centro Nacional de Inteligencia o CNI. Más desde que la ministra de Defensa, Margarita Robles, máxima responsable de ese centro dijera que es lo que habría que hacer con los independentistas catalanes. Pero la Comisión Europea no está de acuerdo con nada de lo que estaba pasando y solicitaba una investigación especial. España ya ha declinado una investigación en el Congreso.
España estaba acorralada. Bien pues de golpe ese espionaje masivo contra Catalunya, efectuado a través del software Pegasus, ha llegado supuestamente, hasta el presidente español Pedro Sánchez. Este ha sido el último líder comunitario en reconocer que su teléfono móvil, junto al de su ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron infectados con este programa, tal como indica Público. No hay ninguna prueba de que haya habido intrusión posterior a mayo y junio de 2021. El Gobierno, de culpables a victimas en cuestión de horas.
Pero eso no es todo. Ahora resulta que ese programa espía fabricado por la empresa israelí NSO Group, ha extendido sus ventrículos por todas las instituciones de la Unión Europea. ¿Y que mejor manera de hacerlo? Esparciendo los residuos. Durante el verano pasado, cuando una investigación coordinada por Forbidden Stories señalaba que Pegasus había espiado a miles de personas, unas 50 mil, ni siquiera señalaban los teléfonos de ningún político español en concreto, como si ha ocurrido con Catalunya.
Por lo tanto, recordar ahora que también la agencia Reuters avanzó en exclusiva que varias personalidades del Berlaymont (sede Comisión Europea) habrían sido atacadas con Pegasus, es algo sin mucha fuerza política. Quizás el nombre más relevante era la del comisario de Justicia, Didier Reyenders, según indica también ahora Público. Así pues comisión especial de investigación para investigar a fondo el uso de este software ilegal dentro de la UE, debe hacer y hará hincapié en el Catalangate, lo demás es poner la maquinaría de esparcir heces en marcha.
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«Pedro Sánchez y su equipo pretendían todo lo contrario. Era evidente: Pegasus para todos y diluir un problema. Y como estaban errando, lo mejor era no distraerlos. Queriendo cerrar un frente (el catalán) han acabado abriendo otro (el español) de consecuencias imprevisibles»
Pedro Sánchez i el seu equip pretenien tot el contrari. Era evident: “Pegasus para todos” i diluir un problema. I com que l’estaven errant, el millor era no distreure’ls. Volent tancar un front (el català) n’han acabat obrint un altre (l’espanyol) de conseqüències imprevisibles. pic.twitter.com/MqRUEpMvHl
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) May 3, 2022