Más restricciones con Rusia. La Comisión Europea propone un embargo del petróleo ruso, pero con un período de transición hasta finales de año para contener el golpe que supondrá para los mercados y preparar vías alternativas. Lo ha anunciado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien ha asegurado que la aplicación de la medida será «ordenada» para que los países de la UE tengan tiempo de preparar suministros alternativos. El precio del combustible volverá a subir.
«Digámoslo claro: no será fácil. Algunos Estados miembros tienen una dependencia fuerte, pero simplemente tenemos que trabajar para hacerlo. Proponemos desde ahora mismo una prohibición del petróleo ruso, una prohibición total de las importaciones de todo el petróleo ruso.» Se trata del sexto paquete de sanciones contra Rusia desde que Putin ordenó la invasión de Ucrania. Von der Leyen ha añadido que afectará tanto al petróleo que llega por mar como por oleoducto, y tanto refinado como crudo.
La Comisión todavía no ha publicado los detalles de la propuesta de sanciones, que deben aprobarlas por unanimidad los veintisiete estados miembros de la Unión Europea. Las nuevas sanciones, además de vetar el petróleo de Rusia, contemplan también represalias para personas y entidades responsables o involucradas en las matanzas de Butxa o Mariúpol así como expulsar del sistema de transferencias internacionales Swift al mayor banco de Rusia, Sberbank.
Aunque todavía no se saben todos los detalles de la medida, fuentes comunitarias aseguran que habría excepciones para Hungría y Eslovaquia, que carecen de salida al mar y son totalmente dependientes. Estos países podrán seguir comprando crudo ruso hasta finales de 2023 con sus contratos en vigor. Este martes, Hungría aseguró que no apoyará las sanciones a la importación que hagan imposibles los envíos de petróleo y gas rusos en ese país.
